viernes, 15 de agosto de 2008

¡Vamos chicos!



Ya tenemos a Nadal en la final de tenis Olímpica, pese a hacernos sufrir un poquito. Desde aquí mi reconocimiento al joven maestro que tanto nos hace disfrutar.


Y por otro lado, como gran aficionado al Baloncesto que soy, no puedo más que animaros a ver mañana el a priori más competido y complicado partido al que nuestra selección se ha enfrentado en los últimos años. Una selección norteamericana repleta de grandes jugadores individualmente, lejos del insuperable nivel que alcanzó el combinado americano en Barcelona 92 (seguramente el mejor equipo que haya habido y habrá nunca), pero hasta ahora el mejor y más sólido equipo tras aquél desde entonces. Una prueba de toque para los dos equipos, y especialmente para la mejor generación de nuestro baloncesto. Quien quiera quedar mañana conmigo ¡tendrá que ajustarse a ese horario!. Mucha suerte para ellos (y para el resto de olímpicos).

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