Preciosa la edición americana del tomo de la miniserie de 5 números que este mes se publica en España: Tapa dura, buen papel, las portadas reproducidas a gran tamaño en el interior...
David Lapham a los guiones (y a los lápices en el último episodio), y Tony Harris en la parte artística.
La historia trata de dar mayor luz a los acontecimientos narrados por Lee y Ditko en el Amazing Fantasy 15, que llevaron a Peter Parker a evolucionar desde ese pequeño, marginado y maltratado estudiante empollón de instituto a la superestrella de los rings de wrestling y posteriormente a convertirse en el superhéroe y amistoso vecino Spiderman.
La sensación general es que no es una mala historia, y que quizás con un poco de reposo ésta gane peso según sea recordada en nuestra memoria. Cuenta con las escenas clásicas y múltiples veces retratadas en distintas versiones (ese Flash, ese Jonah...) pero aporta nuevos datos y situaciones desconocidas (algunas quizás demasiado exageradas como el inicio de la cruzada de Jonah contra Spidey; otras bien llevadas como la forma en que Peter se ve de alguna manera forzado a actuar en determinadas situaciones por presiones y por su propia bisoñez). Un dato sorprendente será descubrir cómo Peter empezó a actuar como héroe, en un giro totalmente inesperado para los lectores.
Tal vez no fuese necesario cambiar dichos datos, con los originales me sobraba y bastaba para asumir la situación. El caso es que el tiempo dirá si esto entra en continuidad o no (nunca se sabe con Quesada), y el rechazo del público puede echar para atrás cualquier iniciativa editorial por empecinada que sea, aunque no sé si dicho movimiento se ha producido o no en USA).
El final de la serie apunta a lo ya conocido, pero dejando las puertas abiertas a contar dicha historia.
En cualquier caso, la sensación de estar leyendo un nuevo Spiderman Año uno (de Byrne) me acompañaba sin poder evitarlo.
Tony Harris es un gran dibujante, uno de mis preferidos, y hace un buen trabajo, aunque quizás no sea el más adecuado para dibujar Peter Parker. Por otro lado, la apariencia de la serie hace que parezca que se desarrolla casi en la actualidad, lo que choca con tantos años de publicación del personaje, y sobre todo con la versión clásica retratada por el gran John Romita. Y que el último número sea dibujado por Lapham con tintas de Gaudiano (con ese toque tan personal que le da a sus trabajos, al estilo de Michael Lark) le resta homogeneidad. Incluso parece mucho más fresco éste número 5 que todo el trabajo de Harris, aunque se detenga muchísimo menos en los detalles.
Una lectura de sensaciones encontradas.
Pues... no creo que caiga. Me gusta Harris un montón también pero tampoco creo que le pegue dibujar a Spiderman, y volver a leer una historia de los inicios del trepamuros me agota. Qué manía tienen con re-escribir o actualizar los orígenes!!
ResponderEliminarJajaja.
ResponderEliminarSí, no sé eso de sacar historias entre viñetas de hace la tira de años...Como sigan por ese camino nos inundarán de tomacos sin avanzar en la historia.