Estaba esperando la firma de Paco Roca y su Arrugas en Granada, y ahí estaba Miguel Gallardo sin nadie ya en la cola. Esperé, hojeé el tomo, volví a esperar. Hojeé el tomo otra vez y decidí pillarlo. Me lo firmó y tras un par de meses (esto de las lecturas atrasadas y la columna de comics por leer es tremendo) ya os puedo contar mis impresiones.
El tomo narra unas vacaciones de verano que el propio Miguel y su hija María pasaron en Gran Canaria.
María tiene 12 años en aquél momento, y tiene autismo.
Gallardo nos cuenta las situaciones y momentos que pasa junto a su hija, a la que adora. El estilo gráfico es el de rápidos bocetos, en un trasunto de diario, en el que mezcla dibujos, texto y gráficos, contando cada situación con ternura y sensibilidad, y con un estupendo sentido del humor.
Al mismo tiempo nos acerca al mundo del autismo y sus peculiaridades, a la forma en que María se comunica y se relaciona con el mundo que le rodea.
Un buen tomo muy bien editado que nos acerca a otras vidas y otras maneras de vivir.
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