Estupendo concierto el que disfrutamos el pasado sábado en Alcalá de Henares.
Hora y veinte de excelente música de los diferentes países musicalmente influenciados por los cíngaros desde que empezaron su viaje en la India hasta su llegada a España.
La habilidad de Ara Malikian con el violín es casi sobrenatural, como también es destacable su don con la palabra para hacer entretenidas las presentaciones de los temas y llevar una sonrisa al espectador.
Acompañado por Armas, Gallo y Ros a la viola, guitarra y contrabajo respectivamente, Malikian dejó su magia flotar con obras de Dvorak, Rachmaninov, Piazzolla, Sarasate o Khatchaturian entre otros compositores, e incluyó una propia de estilo judío.
Ésta pieza la compuso en Alemania hace unos 25 años-explicó-, cuando estaba estudiando. En un concierto al que asistía se le acercó una mujer muy puesta y arreglada y le dijo si era un violinista judío-él es libanés de origen armenio-. Él no supo decir que no (viéndole, a quién se le ocurriría pensar que era judío) y la mujer le contrató para ese fin de semana para tocar en la boda de un familiar suyo judío -sin tener idea de las piezas que debería tocar pero comentándole a la mujer que sí que las sabía-. Sus amigos le explicaron las piezas y él compuso una para el evento. Al final les gustó tanto, que estuvo tocando para ellos todos los sábados durante dos años. "Y bueno, les estoy muy agradecido porque me pagaron los estudios"-agregó-.
Un verdadero placer disfrutar de su arte, Señor Malikian.
Y agradecimientos especiales al Sr G, por supuesto.
Malkilian es el puto amo.
ResponderEliminarAsin de claro se lo digo, caballero.
Así de claro, Adrián.
ResponderEliminarLa velocidad a la que movía los de dos de la mano izquierda para dar las notas era ¡simplemente alucinante!