"Me han dicho que es mala, pero que por lo menos te ríes", fue el comentario del amigo que me prestó el comic (que él aún no había podido leer). Pues ni una cosa ni la otra: La miniserie de Kevin Smith y Walter Flanagan no es mala, es lamentable. Y si se puede reír con ella no será porque esa sea su pretensión (que a veces lo es), sino por lo mala que es...
Si lo más destacable de una obra a leer son las portadas de Adam Kubert, poco más se puede añadir.
Comenta Kevin Smith (del que he disfrutado sin duda comics y películas) que este primer trabajo con Batman le había permitido saber cómo trabajar con el personaje para hacer la que sería la mejor historia de Batman que podría escribir, y que esta en la que sienta los mimbres para hacerlo, es la segunda mejor que podría hacer. Si eso es así, Smith no ha sabido afrontar el reto ni reflexionar adecuadamente sobre el resultado ofrecido.
Su amigo Flanagan es un dibujante mediocre (pese a que Smith dice que mejora de número en número) y no pasa de ahí, contribuyendo a que el irregular guión de Smith no mejore al leerlo.
Numerosos cambios de diálogos fueron realizados tras imprimir el primer número (por pomposos e innecesarios, según el propio Smith, tras hacérselo ver un blogger, que comentó que los diálogos de Batman no eran creíbles al pronunciarlos en voz alta).
Y el problema es que el tono y el contenido no encajan, con un Joker cuyas ocurrencias no hacen gracia y con una trama que intenta mezclar ese tipo de humor absurdo y desfasado -casi infantiloide- con la reflexión e introspección más seria y trascendente.
Además no aporta nada nuevo a la rica historia de Batman este enfrentamiento (Moore y Bolland ya lo hicieron con mucho más talento y muchas menos palabras hace décadas en La Broma Asesina).
El punch que intenta darle Smith de sobriedad y profundidad falla en el enfrentamiento verbal entre el Joker y Batman. ¿Es plausible que Batman le diga a su némesis, a su mayor y más peligroso enemigo que no puede ni podrá dejar de salvarle la vida si se encuentra en esa situación porque ha visto a gente morir y no quiere que vuelva a pasar? Como si salvarle la vida al Joker fuese a contribuir a que más inocentes siguiesen vivos cuando se encuentren con él. Como si que el Joker supiese eso no le ayudaría a asesinar a má inocentes aprovechándose de esa "debilidad" del enmascarado...
¿El Joker diría a Batman que siente aquello que le pasó y que le llevó a convertirse en Batman?
Por favor...No es creíble, y sí el estacazo final a una miniserie absurda y en la que Cacofonía, el villano que se supone protagonista pinta menos que nada.
Decepcionante...
¡ROTUNDO!
ResponderEliminarDel todo!
ResponderEliminarLo mejor de todo es que al menos no pagué por ella.
Walter Flanagán es horrible! Y además la edición de Planeta me parece cara (aunque últimamente me da la sensación de que todo lo que sacan es muy caro)
ResponderEliminarNatán:
ResponderEliminarHorrible con avaricia!
Una pérdida de tiempo, de papel y de esfuerzo...
Tendré que leerlo para rebatirte jeje ya te dije que no pinta nada bien pero los enfermos de Kevin Smith es lo que tenemos... nos gusta el choto :P
ResponderEliminarJAJAJA
ResponderEliminarQuike, este choto.....está muerto y podrido de hace tiempo...¡y apesta!
La portada es bonita XD
ResponderEliminaryota:
ResponderEliminarjajajaja