Píldoras contra el aburrimiento

Píldoras azules marcó un antes y un después en la carrera profesional del autor nacido en Ginebra, Frederik Peeters.

Como toda lectura interesante, seria en la manera de abarcar su creación y objetivos y en lo que oferta al lector -lo que no implica falta de humor, por supuesto- y planificada, comienza a atrapar poco a poco, sin dejar de lanzar su gancho desde bien iniciada su lectura. Y todo se debe tal vez a su abrumadora sinceridad, a la espontaneidad de los personajes retratados, en su facilidad pasmosa para conectar con el lector a través de la palabra y del gesto.

El inicio de una relación en la que una de las partes (ella) es seropositiva y tiene un hijo pequeño es la base de la historia a partir de la que se nos anima a reflexionar sobre la extensión de la vida o sobre los miedos e inseguridades propios y ajenos, y sobre las presiones del pensamiento externo sobre el individuo.
La mortalidad, el amor y la preocupación por los seres que amas, y en definitiva todo aquello que articula una vida a partir del momento en que uno decide lo que realmente es importante, son otros de los temas que surgen en la lectura. Una lectura que se aleja del maniqueismo y del miedo para plantear las cosas sin vueltas innecesarias.

Una lectura imprescindible que se disfruta como los buenos vinos, poco a poco...