El vuelo del cuervo

Una historia preciosista en lo gráfico y mucho más standard en lo argumental, es este trabajo de Gibrat en plena Segunda Guerra Mundial, con París como protagonista.

Los dibujos y acuarelas del autor deslumbran por su virtuosismo en localizaciones, paisajes y documentación. Los tonos y colores ambientan a la perfección cada viñeta, y los personajes son fácilmente reconocibles, mostrando un dominio abrumador de la anatomía y la perspectiva.

Respecto a la historia, el autor parece preferir centrarse en clichés y papeles de personajes poco innovadores, contando una historia de implicados en la resistencia que tiene más de cuento de hadas en cuanto a la falta de crudeza y fatigas reales que de narración documental de lo sucedido. El trasfondo es el que es, pero la realidad de los personajes no muestra más que cierta preocupación por el devenir, y cuando lo trágico aparece, suele retratarse ligeramente.

Eso no quiere decir que no sea una historia interesante. Pese a la poca profundidad de determinados aspectos, funciona como narración. Los personajes son lo suficientemente válidos para pasar un buen rato entretenidos con ellos, y por encima de todo tenemos el excelente trabajo gráfico- en el que uno puede recrearse una y otra vez-.

Ilustración original de Gibrat, en poder de jdo