Bueno, pues después de tanta crítica positiva sobre la miniserie de Aaron y Adam Kubert, me temo que me va a tocar a mí quitar un tanto el entusiasmo desatado tras su lectura por los amigos.
Cierto es que Aaron (uno de los guionistas más en forma en la actualidad y que realmente me ha enganchado con sus numerosos trabajos, incluso aunque no sean más que alimenticios y entretenidos) hace de nuevo un buen trabajo caracterizando a los dos protagonistas superventas de la editorial, y que tanto los diálogos entre ambos, como las reflexiones personales son brillantes, entretenidos y estupendamente trabajados.
Por su parte Adam Kubert hace gala de nuevo de su talento gráfico (tanto de manera tradicional como con las páginas pintadas).
Puedo decir también que el objetivo se cumple: profundizar en la relación amistosa (o no tanto) entre los protagonistas. Y siendo esto cierto, no deja de serlo tampoco que la historia en la que se ven inmersos ambos es absurda y sin sentido, y a ratos aburrida, surrealista (sin que esto sea algo bueno) y demasiado larga, con algunos personajes secundarios realmente sosos y que actúan como catalizadores de la acción sin que haya una sola razón por la que no se les pudiese sustituir por algún otro mucho más acertado o que aportase algo más a la historia.
La tapa dura y la estupenda edición bien podrían haberla guardado para algo que mereciese más la pena.
En cualquier caso si te la pasa un amigo, bien puedes echarle un ojillo...
Cierto es que Aaron (uno de los guionistas más en forma en la actualidad y que realmente me ha enganchado con sus numerosos trabajos, incluso aunque no sean más que alimenticios y entretenidos) hace de nuevo un buen trabajo caracterizando a los dos protagonistas superventas de la editorial, y que tanto los diálogos entre ambos, como las reflexiones personales son brillantes, entretenidos y estupendamente trabajados.
Por su parte Adam Kubert hace gala de nuevo de su talento gráfico (tanto de manera tradicional como con las páginas pintadas).
Puedo decir también que el objetivo se cumple: profundizar en la relación amistosa (o no tanto) entre los protagonistas. Y siendo esto cierto, no deja de serlo tampoco que la historia en la que se ven inmersos ambos es absurda y sin sentido, y a ratos aburrida, surrealista (sin que esto sea algo bueno) y demasiado larga, con algunos personajes secundarios realmente sosos y que actúan como catalizadores de la acción sin que haya una sola razón por la que no se les pudiese sustituir por algún otro mucho más acertado o que aportase algo más a la historia.
La tapa dura y la estupenda edición bien podrían haberla guardado para algo que mereciese más la pena.
En cualquier caso si te la pasa un amigo, bien puedes echarle un ojillo...
Vaya..... bueno, no todos ibamos a coincidir, en esta ocasión el raro eres tú XD
ResponderEliminarXD, faltaría más
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