Destacadísimo trabajo el del director Robert Guédiguian y el del fabuloso elenco de actores en esta película que invita a la reflexión, a mirar atrás y a encarar el complicado presente con lo mejor de cada uno.
Con una naturalidad y cotidianidad sobresalientes, los intérpretes mejoran el rico guión del que parten para desarrollar las personalidades, los sueños, las realidades, los conflictos y los afectos que los relacionan.
La dificultad de las condiciones económicas, la reflexión sobre el valor de las propias ideas y la dificultad para mantenerlas cuando es uno mismo el afectado, el valor del sacrificio y el trabajo y la necesidad de adaptarse a las malas rachas pese a haber estado toda la vida luchando, el intento por acercarse al otro y comprenderle pese a que uno ha sido injustamente tratado por el primero..La necesidad de ayudar, de sentirse responsable unos de otros...Y el análisis permanente del pasado de uno mismo y la manera de poner en valor la propia vida con sus idas, venidas y cambios, siempre sorprendentes...
Todo esto y más, contado de manera sencilla y directa, sin necesidad de moralinas ni discursos, sino atendiendo simplemente al desarrollo de los eventos que transcurren normalmente en el día a día de una familia y sus circunstancias.
Sobresaliente la labor de la pareja protagonista, con una complicidad que pocas veces he visto reflejada tan bien en pantalla....
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