Peter Milligan acaba su andadura en la entrega octava de la serie y se despide lamentablemente con un crossover insulso, absurdo y realmente flojo con la serie I, Vampire (que tengo que reconocer, ni siquiera sigo). Vampiros, acción, acción y vampiros y poco más...
Lástima porque Milligan siempre suele cumplir (y los primeros números de la serie fueron interesantes), y también porque Daniel Sampere se encargó de dicho crosover, realizando un trabajo realmente destacable junto a la colorista Admira Wijaya.
Lemire desembarca en el noveno número y presenta nuevos personajes para el grupo, nueva situación de partida con un John Constantine intentando retomar la perdida confianza del grupo, y una eficiente manera de jugar con los flashbacks y el presente.
Janin vuelve a la serie también y sigue demostando sus buenas maneras.
Seguiremos leyendo y comentando...
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