Soldier X...Qué maravilla...

Una estrella iluminando el cielo...

Así puedo intentar transmitir las sensaciones al leer las escasas entregas realizadas por los interesantísimos y personalísimos Darko Macan e Igor Kordey para la serie protagonizada por Cable. 

Escasas porque tan sólo fueron ocho entregas las realizadas por ambos en la serie (los dos últimos números pese a contar con portadas de Kordey no están realizados por ninguno de ellos).

Una serie rompedora, brutalmente sincera, centrada en la búsqueda de la verdad interior del personaje principal, a partir de la cual se construye el discurso central de la serie. Junto al andar de Nathan Summers comenzamos a vislumbrar algunas de las grandes verdades sobre la vida: el abuso del poder y sus consecuencias para el alma humana; la necesidad de autolimitación del poder detentado; la necesidad de crecer a partir de la ayuda y consuelo al prójimo...

Religión y religiosidad, venganza, poder, amor y pena, filosofía, dolor y necesidad...perdón...Todo se une y todo está relacionado. Ocho -lástima- únicas entregas que se disfrutan y devoran con ansia por su calidad, y una lástima por lo que podría haber llegado a ser la serie si hubiese podido ser más longeva: Tanto guionista como dibujante se nota que estaban experimentando y dando lo mejor de sí mismos, aportando todo lo dicho y unas cuantas cucharadas también de humor y ligereza para que el cóctel fuese aún más completo.

Una serie para leer y releer con el paso del tiempo...