sábado, 29 de agosto de 2015

Palomar, por Beto Hernández

Nunca fui un fan de Beto.
De hecho, en cuanto encontré el maravilloso trabajo de su hermano Jaime Hernández, ojear un cómic de Beto me hacía posicionarme nuevamente en mis trece: Aquí el que molaba, el que apasionaba, el que enganchaba, era Jaime, y Beto era una especie de Jaime, pero en peor. La sutilidad, la clase y el estilo de Jaime en el dibujo no tenía comparación. Y por ende, las historias eran más burdas, y tenían menos gancho...
 
Bueno, pues me acerco recientemente a Beto y a su Palomar, y me encuentro que sus historias apasionan, que sus personajes están tan vivos o más que los de Jaime, que su realismo mágico engancha, que su correr del tiempo sobre los personajes tiene algo de inolvidable, que los hermosos y tristes azares de los personajes calan en uno...y que Beto es grande...tan grande como Jaime o incluso más, y que Palomar es otra obra que debes leer sí o sí.
 
Soy fan de Beto.

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