Tercera entrega de la saga, de nuevo con Pope y Petty al guión y Rubín a los lápices y tintas.
Sin sorpresas en cuanto a temática y tono respecto a la parte anterior, ésta nueva ahonda en el pasado de la madre de Aurora y en las circunstancias de su muerte, resolviendo ése enigma.
Aurora se enfrentará a esos momentos que le definirán como personaje adulto, y por lo demás se deja leer con ritmo y alegría perfectamente, fluyendo fácil y entreteniendo, lo que seguramente sea su objetivo principal.
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