Tremenda miniserie, estupendamente escrita y soberbiamente dibujada, con un Pacheco a alto nivel, que se nota que ha disfrutado especialmente el encargo.
Los cuatro meses de cruce con las últimas Secret Wars han traído una buena cantidad de miniseries, unas cuantas de las cuales se encuentran a un más que interesante nivel, como esta que nos ocupa (o también el Thors de Jason Aaron y Chris Sprouse).
Con un tono adulto (debería de haber una línea de cómics con los personajes más potentes de las grandes editoriales) que se echaba en falta y con unos personajes que potencialmente permiten ir mas allá de todo narrativamente al no tener ningún límite físico que les impida hacer lo que deseen, el que se permita mínimamente a los autores explorar esos límites en vez e restringirlos para dirigirse a una diana mental potencial de gente mucho más joven es de agradecer.
Lástima que sólo sean cuatro números...
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