domingo, 15 de julio de 2018

Alpha Flight de John Byrne


Casi 900 páginas de tomo recopilatorio de toda la obra de Byrne en la clásica serie de Alpha Flight (descontando alguna cosilla no realizada por él, como el cierre de la saga del último comic book, el 29 Usa), y a uno le parece muy, muy poco, por lo insólito de la propuesta y la calidad de la obra.

Byrne hace en esta serie lo que nadie había hecho antes y no he visto después: narrar lo que a priori sería una serie de superhéroes más desde un prisma teóricamente clásico, pero diferenciándola de cualquier otra obra por el tono de las historias y la personalidad y problemática de sus protagonistas.

Alpha Flight sí, es un grupo de superhéroes, pero no del todo. Es un grupo...relativamente unido. No son una familia, no son seres unidos por un ideal común fuerte, no son una nueva especie que encuentra en la unión de iguales ese apoyo contra el mundo exterior: Alpha Flight es un grupo de seres individuales e individualistas, en los que cada uno de los miembros tiene un background problemático anterior. Su lucha personal, sus problemas internos, los conflictos que sienten para vivir una vida lo más adecuada para ellos mismos, es la base fundamental. Podrán estar unidos en ciertos objetivos, colaborar juntos, pero eso será secundario para Byrne.

Byrne sabe presentar personajes, representarlos, caracterizarlos, hacerlos vivos, y hacer evolucionar la trama personal y general de manera que siempre sorprende, con un ritmo cadencioso que hace suponer que habrá sorpresas, pero sin saber exactamente lo que pasará, consiguiendo siempre enganchar.

Un Chamán nativo americano que lucha entre su formación analítica científica y su herencia chamática  y mágica ancestral; un científico cuya conciencia le lleva a asumir una carga de liderazgo que no desea, aplicando sus capacidades a luchar físicamente lo que antes atendía en la mesa del laboratorio; una mujer sin poderes que debe superar grandes pérdidas personales para retomar un proyecto desmoronado; un hombre cuya deficiente herencia genética no le marca lo que vale como ser humano, sino los límites que ha de superar para ser mejor y para ayudar a su país, una mujer alienígena cuya programación deberá afrontar y asumir para seguir adelante; unos hermanos separados al nacer que deberán asumir esa nueva relación, al tiempo que se enfrentan a sus propios valores y complicaciones psicológicas derivados de la psique fragmentada de ella; una semidiosa que deberá confrontar las amenazas al país y la duplicidad de su propia naturaleza; un científico que busca el conocimiento y se pone en peligro para alcanzarlo, y cuyo intelecto y corazón irán o no d ela mano; un pequeño e indestructible carayú, si s eme permite incluirlo, también básico en la historia del grupo... ¿Cómo no podrías sentirte tentado de leer página tras página?

Una lectura apasionante, diferente, que ojalá hubiese seguido mucho tiempo más en su momento con Byrne al cargo.


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