Reivindicativo y necesario documental sobre la vida y obra de David Prowse, el actor nacido en Bristol que encarnó al mayor villano conocido seguramente de toda la historia del cine: Darth Vader.
Toni Bestard y Marcos Cabotá realizan un acercamiento a su figura como persona, padre, actor de cine y TV y deportista, repasando algunos de sus logros y unas cuantas de sus sombras.
Campeón de halterofilia con el Reino Unido en tres ocasiones, Prowse entrenó a Christopher Reeve para que encarnase a Superman en el cine, encarnó al Green Cross Code man en su campaña para evitar los atropellos de niños en el Reino Unido (recibió por parte de la Reina la condecoración honoraria como miembro de la orden del Imperio Británico), y obviamente encarnó (aunque sólo físicamente, sin mostrar su rostro ni su voz) al famoso personaje de Star Wars.
Prowse muestra su disconformidad con dicha situación, y narra cómo fue el proceso de rodaje y de cómo se enteró de todo ello en su mayoría tras todo el rodaje., al tiempo que repasa su vida y trabajos.
Otros compañeros de trabajo y familiares completan las declaraciones de Prowse y complementan todo, aportando perfectamente aspectos de su personalidad, vida y manera de trabajar y de ser que de otra manera dejarían el proyecto ciertamente cojo.
Bien documentado y muy humano, el único punto negativo resulta en el excesivo protagonismo (innecesario) del director en pantalla, como narrador directo de todo el proceso de rodaje del documental.
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