lunes, 25 de junio de 2012

Entrevista exclusiva a Jesús Merino (parte 1 de 2)

Con mucha alegría por mi parte os ofrecemos esta entrevista ya planificada hace tiempo. La disponibilidad del propio Jesús (que nos abrió amablemente las puertas de su casa) y la colaboración de la fotógrafa y entrevistadora especial del blog Lorenna Fort la han hecho finalmente posible:
 

Me gusta comenzar por el principio:
¿Por qué el cómic?

-Porque era el medio de comunicación que estaba a mi alcance. Yo no podía ser director de películas, no podía ser escritor porque no tenía talento…, pero sabía dibujar. Y como sabía dibujar y tenía al alcance las herramientas, pues poco a poco te vas profesionalizando sin saberlo, hasta que llega un punto en que lo que mejor sabes hacer es contar historias a través de imágenes.

¿Cuáles fueron tus primeros contactos con el medio tanto de aficionado como  profesionalmente?

-Como aficionado…Yo recuerdo que he leído siempre tebeos. He dibujado siempre, y siempre he pensado que lo hacían máquinas, y que por eso salían los colores tan planos, y los dibujos y las tintas tan bien delineadas, y todo eso. Hasta que descubrí un día que los dibujantes de cómic existían y que se hacían a través de un proceso mecánico y demás, y entonces descubrí que yo lo que quería es ser dibujante. A partir de ahí pues poco a poco, hasta el momento en que descubres por tu propia cuenta que existen editoriales, que tienes sitios donde enviar las carpetas…y toma de contacto física y real, hasta que no vas a un salón del cómic. Eso fue ya bastante tarde.

Profesionalmente, el primer contacto fue cuando envié un portafolio de ilustraciones a Forum. Esa fue la primera vez que dije…Bueno, antes había mandado a 1984 historietas de concursos, pero los concursos no se pueden considerar algo profesional.

¿Cuáles son tus referentes artísticos?

-(Risas)
Todos. Mira alrededor. Ves que hay aquí desde los clásicos del siglo pasado hasta lo último que ha hecho Arthur Adams. Se me queda grabado en la retina y algunas veces pues lo saco cuando necesito, y últimamente mi referente básico que tengo siempre es Carlos, Carlos Pacheco. Y después tengo también desde Alan Davis, a Arthur Adams, Barry Smith…es que hay millones…Leinil Yu, Jim Lee,…No te podría decir, porque hay millones de cosas, desde el europeo hasta el manga, OtomoMilton Caniff, y los clásicos…en fin…

¿Alguno especial entre los entintadores?

-Pues me gusta mucho lo que  hace José Marzán, lo que hace el entintador de los Young Avengers, Mark Morales, Mark Farmer, Scott Williams por supuesto…
  
Cuando uno se acostumbra a ver el nombre de un artista en un apartado gráfico (como en tu caso con las tintas), suele olvidarse o puede pasar por alto que los grandes entintadores son también magníficos dibujantes. ¿Echabas de menos hacer esa parte del trabajo?

-Sí bueno, la echaba… Echo de menos cuando estoy acabando lápices de los demás, pero porque siempre tengo el afán ese corrector de decir: esto se puede hacer de otra manera. Pero como voy alternando trabajos…Acabé con lo de Superman y lo único que he hecho han sido los cinco episodios en que he entintado o acabado los lápices de Jurgens. En realidad ha sido como una especie de descanso, y ahora empiezo de nuevo a trabajar los lápices., así que no me ha dado tiempo a echarlo de menos.

¿Cómo te sientes al ocuparte de nuevo de la faceta artística casi al completo?

-Pues con mucha alegría. Muchas ganas que tenía ya (risas), porque en fin, entintar lápices o acabarlos está bien cuando no tienes la responsabilidad de la carga del trabajo, pero echas de menos el concepto creativo, la parte creativa, viva: El diseñar personajes, el diseñar la página, contar la historia como tú quieres contarla, el hacer los giros que tú quieras hacer…
Ese tipo de cosas pues hay que hacerlas. Por lo menos una vez en la vida hay que dejar el trabajo de entintador y ser dibujante, y ahora que empiezo con una serie nueva sin la presión de los grandes personajes y de las grandes series, pues mejor todavía.

¿Alguna vez te veremos con el coloreado?

-No (risas). Ya me habéis visto. Coloreé una portada de Aquaman  y coloreé otra portada de Linterna Verde de la serie Tangent. Lo que pasa es que en ninguno de los dos -creo que en ninguno de los dos-, se acreditó mi nombre como colorista, que es lógico también.

En esa línea Joe Sinnott, uno de mis entintadores favoritos de todos los tiempos, siempre fue un gran artista con los lápices, pero las circunstancias de trabajo le encaminaron a esa faceta. ¿Fue algo similar lo que te ocurrió a ti?

-Sí. En realidad mi idea de siempre fue la de ser el mejor dibujante del mundo. Nunca quieres ser el mejor entintador o el mejor colorista. Entonces las propias circunstancias son las que te llevan a aceptar ser eso en detrimento de lo demás: Querer ser o poder ser el mejor entintador antes que un dibujante mediocre. En mi caso lo que intento ser es un dibujante que cumple y utilizar como arma la tinta, que es algo que otros dibujantes no pueden hacer, que es entintarse a ellos mismos.
Lo que ocurre es que un buen entintador no suele ser un buen dibujante, y yo me he propuesto ser un buen, muy buen dibujante. Estoy en ello. Estoy empezando.
  
¿Tiene uno un margen pequeño de maniobra a la hora de decidir lo que desea hacer en la industria norteamericana aunque sea un artista profesionalmente consolidado como tú?

-Sí tienes un margen, lo que pasa es que normalmente ese margen es tan estrecho y tan pequeño que deciden casi siempre por ti. De todas formas cuando yo decidí ser dibujante –no solo entintador-, o por lo menos quería ser dibujante a tiempo completo, se lo dejé claro al editor.
Durante una época estuve entintándome a mí mismo -durante la JSA-, y durante otra época fue Jesse Delperdang, haciendo los lápices completos yo. Quiero decir: siempre tienes una oportunidad. Lo que pasa es que hay que saber aprovecharla.

¿Cuál es tu método de trabajo?
-(Risas de nuevo)
¿Hay método? Creo que el método es para los dibujantes ingleses.
Mi método de trabajo es leer el guión, hacer muchos bocetos, quedarme con el menos malo, volver a hacerlo, y trabajar…Soy muy caótico…No creo que tenga un sistema de trabajo que se cumpla igual en dos trabajos.

¿Ha cambiado parte de ese método desde la época por ejemplo de Aníbal Gris a la actualidad, en la que también realizas lápices y tintas?

-Cuando empecé Aníbal Gris pasaba una cosa: que como tenía bastante más tiempo,  procuraba hacer unos bocetos bastante más acabados, incluso a color y tal y cual, y a la hora de dibujar la página, la dibujaba en un lado, después la calcaba, hacía las tintas, y quedaba aquella cosa, pero quiero decir, ahí sí había un método. Ahora no, ahora tengo los plazos de entrega y si tengo que acabar una página en el ordenador, dejo todos los fondos o parte de los fondos, o rellenar negros a mi hijo o… (risas)…o acabar las cosas en el ordenador, o en fin…ya veré…En fin, ese tipo de historias. No tienes tiempo para  ser previsor.

¿Cargas el peso del entintado en la segunda fase o prefieres hacer lápices bastante trabajados y definidos?

-No, hago los lápices bastante sueltos, bastante ligeros. Hago más que nada layouts. Y luego sobre la tinta, pues ya acabo, defino, corrijo, y después hay una tercera etapa que antes no existía que es que una vez escaneada la página se puede hacer de todo en el ordenador: Puedes corregir, puedes cambiar, puedes girar, puedes eliminar, añadir, etc, y entonces casi la página puede cambiar de aspecto totalmente.

Hay una cosa que antes tenía que hacer -sobre los lápices, sobre la página-, que es que si una viñeta no te gustaba, tenías que hacerla aparte y tapar la otra. Aquí sin embargo puedes modificar todo lo que quieras. Incluso si una cara te sale torcida, la puedes estirar…en fin.
El ordenador te ha quitado un montón de trabajo.
 
¿Alguna vez has dibujado prácticamente a tinta de manera directa?
 
-No, porque no puedo trabajar sin tener…algunas precisiones. Prefiero tener el lápiz porque si no la cago horriblemente, pero más de una vez lo he tenido que hacer por presión de tiempo y bueno, no salió mal pero tampoco era la Capilla Sixtina (risas).

¿Qué materiales sueles usar?
-Pues mira, aquí encima están: el pincel, la plumilla, los rotring y un elemento nuevo que he descubierto que es la pluma de bocetos de rotring, que es una maravilla. Con esto se pueden hacer virguerías… Gomas, lápices… Ya apenas utilizo el blanco para corregir porque ya lo hago en el ordenador, y la herramienta principal: lápices de todo tipo
-4H y H-,  y poco más. Y tintas…una tinta nueva que encontré en Madrid…
Los materiales de toda la vida. No hay nada raro.

¿Cómo crees que ha cambiado con el paso de los años la percepción del medio en la sociedad?

-Creo que ha pasado primero de ser una cosa para niños exclusivamente o como leía en aquel libro que tenía en el colegio: “que era para niños o para retrasados mentales”, a una cosa a la que le han dado el todo adulto falso y algo clasista, y ahora ha pasado a ser un gueto, un gueto en el que la gente que va a las librerías especializadas es la única que tiene acceso a esa parte de la cultura. Es algo así como una logia masónica…Se toma en serio, pero nadie lo lee.

¿Y la propia industria  a lo largo de tu experiencia profesional?
-La industria española creo que no ha cambiado mucho. Ahora se ha diversificado un poquito pero los canales de distribución son otros. Hemos pasado de dominar el kiosko (…) a limitarse a las librerías especializadas. Se ha limitado el mercado bastante.

Durante una larga etapa has colaborado con Carlos Pacheco embelleciendo sus lápices. ¿Cómo empezó vuestra relación personal y profesional?

- Aparte de que yo había estado escuchando hablar de Carlos -que empezó en Inglaterra con la Marvel UK-, nuestra relación empezó pues sencillamente porque hice lo de Triada Vértice. Rafa Marín vio mi trabajo previo de Forum de Aníbal Gris y Jaque Mate, y creía que podía hacer un buen trabajo en Triada. A partir de ahí Carlos y yo tomamos nuestros primeros contactos, le enseñé las páginas que tenía, me iba dando algún que otro consejo que yo prácticamente olvidaba a los cinco segundos (risas)…Siempre me pasa eso…así que una vez que le enviaron tarde el guión y tuvo que trabajar con las fechas de entrega encima me llamó para que le ayudara a acabar unas páginas y ya a partir de ahí empezó la posibilidad. Comentamos la posibilidad de trabajar juntos con las tintas, porque había visto las tintas de Triada Vértice, y bueno, pues le había gustado alguna cosilla. Me dio unas cuantas páginas que envió a Marvel. Yo antes había enviado unas pocas cosas sobre todo a Marvel a través de Carlos pero no había tenido ningún éxito, hasta que Carlos dijo que quería trabajar conmigo en Avengers Forever como entintador. Le pusieron unas pocas pegas al principio, pero él insistió y acabamos trabajando juntos.

(Finalizará mañana)

Fotos: Lorenna Fort.
Original de Carlos Pacheco y Jesús Merino.

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