viernes, 23 de febrero de 2018

Darkest Hour: Cine con mayúsculas

Impresionante recreación de una figura única y fundamental de la Historia, en un momento igual de crucial y decisivo para el destino de Europa y del Mundo. 

Con un Gary Oldman (quién lo iba a decir) completamente transformado en un Churchill que parece de carne y hueso, recreado por arte de magia exterior e interiormente, la película, si bien está como no podía ser de otra forma centrada en él, llevando con maestría todo el peso del guión, no es únicamente él. El ritmo, los personajes secundarios y la puesta en escena hacen que esto sea más que simplemente un vehículo de lucimiento para Oldman.

Alemania está invadiendo Europa y nada consigue parar al ejército nazi. Inglaterra se verá abocada a enfrentar en solitario la guerra o a intentar un acuerdo de paz con Hitler. Churchill, presionado por la situación política, por Alemania, sus colegas de partido y por sus propias ideas, dudas y responsabilidades, deberá tomar una decisión como Primer Ministro. De su decisión seguramente dependió gran parte de la historia que los que hemos nacido después, hemos estudiado y vivido.

Fascinante recreación.

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