Superioribus

Recopiladas de nuevo y reeditadas a gran tamaño (en una estupenda edición en tapa dura), podemos encontrar una vez más aquellas tiras humorísticas de Jan publicadas por Planeta de Agostini en los 80 del pasado siglo, aparecidas originalmente como complemento de los cómics de superhéroes americanos en el sello Cómics Forum (en concreto en La Patrulla X y Los Nuevos Vengadores).

En ellas el maestro Jan daba rienda suelta a su lápiz y a su imaginación en los guiones para dar el contrapunto humorístico, absurdo y crítico a aquellos comic books serios a los que acompañaba.

Las 44 tiras rezuman homenajes, crítica, mala baba, diversión, un tono patético a veces y otras veces infantilismo, y juegan con los tópicos para reirse de ellos pero siempre sin hacer sangre.

Cada tira es autoconclusiva, dibujada en un siempre limpio y destacado blanco y negro, con una narrativa sencilla pero siempre al servicio de la historia, con un dinamismo, un detallismo en el trazo y una fuerza siempre destacables.

Superioribus es un superhéroe y como tal se dedica a luchar contra el crimen, compartiendo batallas y vivencias con aquellos otros tan famosos del cómic norteamericano. Asoman por sus páginas Spiderman, El Capitán America, Thor y otros tantos, pasados por el tamiz del mundo de Jan.

El autor incorpora al superhéroe al mundo real (mucho antes de que Busiek pensase en ello), con un Superioribus que demuestra que pese a los poderes y capacidades sobrehumanas, no deja de ser un niño grande.

La picaresca del que se quiere aprovechar de él, las complicaciones en sus relaciones con los humanos normales a causa de los poderes o por sus despistes al usarlos, las limitaciones a pesar de tenerlos, lo absurdo de no pensar con la cabeza cuando actúa, la normalidad del día a día, el vacío existencial, la incapacidad para contentar a todo el mundo, el abuso de poder y muchos gags basados en el género permiten disfrutar de una lectura ligera y divertida, y tener más de una lectura.

Cuando uno recuerda tiras leídas hace décadas, es que el trabajo era bueno. Y lo sigue siendo.

La única pega es que no hiciese muchas más...