Excelente novela de Sergio Colomino, especialista y apasionado del tema, completamente dentro del canon holmesiaco, que sitúa al detective en 1891, cuando el mundo le creía aún muerto.
Holmes se encuentra en Rusia. Una serie de crímenes en San Petersburgo centrarán el peso de la novela y de la investigación de Sherlock en el país zarista, perfectamente enclavada históricamente.
Algo más de 200 páginas que se disfrutan y fluyen tanto para los expertos en la materia como para los neófitos, y que para los que ya hemos disfrutado de la maestría de las novelas originales, gusta, y mucho, lo que dice grandes cosas sobre la habilidad y calidad de su escritor.
Tras dos estupendos cómics con el personaje, esta novela es la corroboración (si es que podía quedar alguna duda) de que el talento de Colomino está fuera de toda duda.
Queremos más.
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