Una muestra del buen hacer de Miller al guión y de Gibbons a los lápices fue la primera miniserie de Martha Washington, que narra sus primeros 17 años de vida.
Miller acertó de pleno con una historia cargada de crítica sociopolítica que mostró gran parte de los males del mundo y que supo equilibrar con todo lo hermoso y poderoso que puede ser el corazón humano que ansía la libertad a pesar de todo.
Martha Washington: mujer, afroamericana y pobre. El sueño americano retorcido y manipulado por los poderosos y un mundo muy distinto en según qué parte de la verja has nacido.
Revueltas sociales en un mundo donde el poderoso se ha afianzado en la cumbre y dispensa migajas para apacentar a las ovejas, guetos sociales, militarización social para la defensa del poder y como prácticamente la única respuesta viable para ganarse la vida...Recortes sociales que dejan abandonados a los de siempre, la lucha entre las grandes empresas multinacionales que destruyen el planeta para beneficio propio, traición pura y dura por el beneficio instantáneo y fácil, la manipulación de los medios de comunicación, la polarización de la ética y de la estética, el desmembramiento de la unidad nacional, los fascismos ideologicos, la caída de las mejores intenciones por el desgaste del poder, la genética como arma y no como mejora...
Todo esto y mucho más hizo de esta miniserie algo para leer y releer. Una pena que el resto de miniseries posteriores no estuviesen a la altura.
Y por encima de todo, la Libertad...
Miller acertó de pleno con una historia cargada de crítica sociopolítica que mostró gran parte de los males del mundo y que supo equilibrar con todo lo hermoso y poderoso que puede ser el corazón humano que ansía la libertad a pesar de todo.
Martha Washington: mujer, afroamericana y pobre. El sueño americano retorcido y manipulado por los poderosos y un mundo muy distinto en según qué parte de la verja has nacido.
Revueltas sociales en un mundo donde el poderoso se ha afianzado en la cumbre y dispensa migajas para apacentar a las ovejas, guetos sociales, militarización social para la defensa del poder y como prácticamente la única respuesta viable para ganarse la vida...Recortes sociales que dejan abandonados a los de siempre, la lucha entre las grandes empresas multinacionales que destruyen el planeta para beneficio propio, traición pura y dura por el beneficio instantáneo y fácil, la manipulación de los medios de comunicación, la polarización de la ética y de la estética, el desmembramiento de la unidad nacional, los fascismos ideologicos, la caída de las mejores intenciones por el desgaste del poder, la genética como arma y no como mejora...
Todo esto y mucho más hizo de esta miniserie algo para leer y releer. Una pena que el resto de miniseries posteriores no estuviesen a la altura.
Y por encima de todo, la Libertad...
2 comentarios:
Pero el final no es tan bueno como el de Lost, eso es lo que le falla a Miller. Siempre lo deja todo demasiado atado
Me temo que me falta una temporada y 2 capítulos para ver ese final que comentas...
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