Pues me doy por vencido con esta etapa en la que Aaron parece que no termina de encontrar el punto al que desea llevar al personaje (o a los personajes, por aquello de Banner y Hulk).
Tras 10 entregas (los primeros 9 más el 7.1 que se sacó de la manga Marvel con esas promociones de marketing que de vez en cuando asoman a las grandes editoriales) Aaron, sin el apoyo regular de un gran dibujante (Silvestri sólo en las tres primeras entregas y con numerosos colaboradores; Portaccio no a demasiada altura, y finalmente buenos dibujantes pero temporales por un número, como Palo, Ferry, Dillon o el próximo Pacheco) y con creo, la enorme sombra de un Peter David que dejó huella, no termina de encontrar su propio camino, mostrándose algo errático en las últimas entregas, jugando a ratos con el más absurdo de los sentidos del humor para a continuación saltar al salvajismo de un Dillon que suele estar acostumbrado a reflejarlo en la página.
Así que si no cambia de rumbo, terminaré por leer lo que me queda por llegar y c´est fini pour moi...
pd: Impresionantes las portadas de Michael Komarck...
2 comentarios:
Yo me baje en el primer número :(
No me gustó el enfoque...
Y ahí te quedaste, XD
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