miércoles, 29 de agosto de 2012

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

"...se preguntó si Mozart había llegado a intuir alguna vez que el futuro no existía, que ya había utilizado el poco tiempo del que disponía..."
Un futuro ya clásico en el inconsciente colectivo es este narrado por Philip K. Dick, base de la conocida película Blade Runner. Un futuro creado en 1968 que comienza a ¿no ser tan futuro en la actualidad?, y en el que ya se planteaban cuestiones y problemas sociales que no sólo preocupaban en los años 60:
La locura de la sociedad consumista occidental, la problemática de la felicidad personal y global y de las relaciones personales; la incomunicación, la huída hacia ninguna parte como evasión a los grandes problemas sociales y personales; el papel de las religiones en la vida humana; los grandes conflictos entre países que amenazan la existencia del planeta; y por encima de todo esto...la propia definición de HUMANIDAD. Los propios límites sociales, judiciales, económicos, filosóficos y morales de lo que es y hace ser a alguien humano. Los límites de sus derechos y de sus deberes como ser existente de la especie humana.
¿Qué es considerado humano? Los derechos emanados de dicha consideración delimitan lo que se puede o no se puede hacer con un ser vivo y lo que se acepta socialmente como bueno, o justo o necesario.

¿Puede un androide ser considerado como tal? ¿Es el origen lo que delimita lo que uno está destinado a ser?
¿Es toda ruptura de dicha regla por necesidad negativa? ¿Socaba los cimientos de la sociedad esa transgresión?

Todo esto y más, en esta estupenda novela...

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