Prudencio de Pereda fue un estadounidense de origen español de la pequeña colonia que los emigrantes españoles crearon en Brooklyn en los primeros años del pasado siglo.
Fue discípulo de Hemingway (realizó el primer guión de la película documental Spain in Flames, sobre el que continuó trabajando el propio Ernest), y trabajó como escritor y traductor.
Escribió relatos hasta que en 1948 publica su primera novela, All the girls we loved (que vendió 500 mil ejemplares), y en su tercera novela (ésta que nos ocupa), narró su propia infancia en esa ciudad cosmopolita en la que su familia se dedicaba al negocio de compra y venta de puros. Su especial relación con un amigo de la familia, así como con el abuelo, marcarán su vida, y así se reflejará perfectamente en el papel. La colonia y la vida en ella, las convenciones y funcionamiento de la misma en un nuevo país, el descubrimiento del amor y del sexo, del honor y de la confianza y fuerza necesarias para sobrevivir y amar la vida, y en definitiva el despertar a la misma, son la base de esta estupenda novela.
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