Estupendo trabajo de Waid y Samnee para esta miniserie completamente cinematográfica en su acercamiento narrativo, con un Samnee sobresaliente y un Waid que aporta solidez y profesionalidad.
No hay grandes diálogos, no hay historias de desarrollo de personajes. Lo que sí hay es mucha acción, espionaje, luchas, dudas, traiciones, manipulaciones, y una historia perfectamente engarzada para que el propio movimiento de cámara sea el protagonista de todo lo que ocurre.
Se lee de un tirón, se disfruta igual, y deja con buenas sensaciones. Con ganas de más.
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