50 años de tiras diarias y dominicales con unos personajes inolvidables son motivo más que suficientes para acercarse a la excelente biografía que
David Michaelis dedicó al padre de
Peanuts.
Son 542 páginas en las que se repasa la vida y obra del retraído, complejo y genial artista, a partir de entrevistas, correspondencia y declaraciones de Shultz, así como de todo el material y recuerdos que familiares, amigos y conocidos pudieron aportar al trabajo.
Algunos han calificado el mundo de Peanuts como el mejor cómic del mundo, y
no es ninguna exageración. Acercarse a sus personajes es acercarse al alma humana abierta y directamente, con todos sus miedos, inseguridades, injusticias, sensibilidades, sentido del humor y momentos inolvidables e irrepetibles. Cada uno de los personajes destila una esencia muy especial y representa una parte de Schulz.
El enfoque utilizado y ese humor en ocasiones bronco, en otras sencillo, ácido o irónico, con unos niños representando a la Humanidad en pleno, hicieron a Schulz conocido y publicado en todo el mundo, aunque su figura permanecía escondida tras sus creaciones.
Éste libro nos revela cuánto de su propia vida mostraba a través de las tiras, en un análisis realmente esclarecedor.
Una biografía que se degusta poco a poco y que deja con una gratificante sensación de haber sido partícipe del protagonista y sus creaciones, y que
viene acompañada con numerosas fotografías en blanco y negro que nos muestran a Schulz a lo largo de todas las etapas de su vida.
Prácticamente imprescindible (y no quiero exagerar).