Con mucha alegría por mi parte os ofrecemos esta entrevista ya planificada hace tiempo. La disponibilidad del propio Jesús (que nos abrió amablemente las puertas de su casa) y la colaboración de la fotógrafa y entrevistadora especial del blog Lorenna Fort la han hecho finalmente posible:
Me gusta comenzar por el principio:
¿Por qué el cómic?
-Porque era el medio de
comunicación que estaba a mi alcance. Yo no podía ser director de películas, no
podía ser escritor porque no tenía talento…, pero sabía dibujar. Y como sabía
dibujar y tenía al alcance las herramientas, pues poco a poco te vas
profesionalizando sin saberlo, hasta que llega un punto en que lo que mejor
sabes hacer es contar historias a través de imágenes.
¿Cuáles fueron tus primeros contactos con el medio tanto de aficionado
como profesionalmente?
-Como aficionado…Yo recuerdo que
he leído siempre tebeos. He dibujado siempre, y siempre he pensado que lo
hacían máquinas, y que por eso salían los colores tan planos, y los dibujos y
las tintas tan bien delineadas, y todo eso. Hasta que descubrí un día que los
dibujantes de cómic existían y que se hacían a través de un proceso mecánico y
demás, y entonces descubrí que yo lo que quería es ser dibujante. A partir de
ahí pues poco a poco, hasta el momento en que descubres por tu propia cuenta
que existen editoriales, que tienes sitios donde enviar las carpetas…y toma de
contacto física y real, hasta que no vas a un salón del cómic. Eso fue ya
bastante tarde.
Profesionalmente, el primer
contacto fue cuando envié un portafolio de ilustraciones a Forum. Esa fue la primera vez que dije…Bueno, antes había mandado a
1984 historietas de concursos, pero los concursos no se pueden considerar algo
profesional.
¿Cuáles son tus referentes artísticos?
-(Risas)
Todos. Mira alrededor. Ves que
hay aquí desde los clásicos del siglo pasado hasta lo último que ha hecho Arthur Adams. Se me queda grabado en la
retina y algunas veces pues lo saco cuando necesito, y últimamente mi referente
básico que tengo siempre es Carlos, Carlos
Pacheco. Y después tengo también desde Alan
Davis, a Arthur Adams, Barry Smith…es
que hay millones…Leinil Yu, Jim Lee,…No te podría decir, porque hay
millones de cosas, desde el europeo hasta el manga, Otomo…Milton Caniff, y
los clásicos…en fin…
¿Alguno especial entre los entintadores?
-Pues me gusta mucho lo que hace José
Marzán, lo que hace el entintador de los Young Avengers, Mark Morales,
Mark Farmer, Scott Williams por supuesto…
Cuando uno se acostumbra a ver el nombre de un artista en un apartado
gráfico (como en tu caso con las tintas), suele olvidarse o puede pasar por
alto que los grandes entintadores son también magníficos dibujantes. ¿Echabas
de menos hacer esa parte del trabajo?
-Sí bueno, la echaba… Echo de
menos cuando estoy acabando lápices de los demás, pero porque siempre tengo el
afán ese corrector de decir: esto se puede hacer de otra manera. Pero como voy
alternando trabajos…Acabé con lo de
Superman y lo único que he hecho han sido los cinco episodios en que he
entintado o acabado los lápices de Jurgens.
En realidad ha sido como una especie de descanso, y ahora empiezo de nuevo a
trabajar los lápices., así que no me ha dado tiempo a echarlo de menos.
¿Cómo te sientes al ocuparte de nuevo de la faceta artística casi al
completo?
-Pues con mucha alegría. Muchas
ganas que tenía ya (risas), porque en fin, entintar lápices o acabarlos está
bien cuando no tienes la responsabilidad de la carga del trabajo, pero echas de
menos el concepto creativo, la parte creativa, viva: El diseñar personajes, el
diseñar la página, contar la historia como tú quieres contarla, el hacer los
giros que tú quieras hacer…
Ese tipo de cosas pues hay que
hacerlas. Por lo menos una vez en la vida hay que dejar el trabajo de
entintador y ser dibujante, y ahora que empiezo con una serie nueva sin la
presión de los grandes personajes y de las grandes series, pues mejor todavía.
¿Alguna vez te veremos con el coloreado?
-No (risas). Ya me habéis visto.
Coloreé una portada de Aquaman y coloreé otra portada de Linterna Verde de la serie Tangent.
Lo que pasa es que en ninguno de los dos -creo que en ninguno de los dos-, se
acreditó mi nombre como colorista, que es lógico también.
En esa línea Joe Sinnott, uno de mis entintadores favoritos de todos
los tiempos, siempre fue un gran artista con los lápices, pero las
circunstancias de trabajo le encaminaron a esa faceta. ¿Fue algo similar lo que
te ocurrió a ti?
-Sí. En realidad mi idea de
siempre fue la de ser el mejor dibujante del mundo. Nunca quieres ser el mejor
entintador o el mejor colorista. Entonces las propias circunstancias son las
que te llevan a aceptar ser eso en detrimento de lo demás: Querer ser o poder
ser el mejor entintador antes que un dibujante mediocre. En mi caso lo que
intento ser es un dibujante que cumple y utilizar como arma la tinta, que es
algo que otros dibujantes no pueden hacer, que es entintarse a ellos mismos.
Lo que ocurre es que un buen
entintador no suele ser un buen dibujante, y yo me he propuesto ser un buen,
muy buen dibujante. Estoy en ello. Estoy empezando.
¿Tiene uno un margen pequeño de maniobra a la hora de decidir lo que
desea hacer en la industria norteamericana aunque sea un artista
profesionalmente consolidado como tú?
-Sí tienes un margen, lo que pasa
es que normalmente ese margen es tan estrecho y tan pequeño que deciden casi
siempre por ti. De todas formas cuando yo decidí ser dibujante –no solo
entintador-, o por lo menos quería ser dibujante a tiempo completo, se lo dejé
claro al editor.
Durante una época estuve
entintándome a mí mismo -durante la
JSA-, y durante
otra época fue Jesse Delperdang,
haciendo los lápices completos yo. Quiero decir: siempre tienes una
oportunidad. Lo que pasa es que hay que saber aprovecharla.
¿Cuál es tu método de trabajo?
-(Risas de nuevo)
¿Hay método? Creo que el método
es para los dibujantes ingleses.
Mi método de trabajo es leer el
guión, hacer muchos bocetos, quedarme con el menos malo, volver a hacerlo, y
trabajar…Soy muy caótico…No creo que tenga un sistema de trabajo que se cumpla
igual en dos trabajos.
¿Ha cambiado parte de ese método desde la época por ejemplo de Aníbal Gris a la actualidad, en la que
también realizas lápices y tintas?
-Cuando empecé Aníbal Gris pasaba una cosa: que como
tenía bastante más tiempo, procuraba
hacer unos bocetos bastante más acabados, incluso a color y tal y cual, y a la
hora de dibujar la página, la dibujaba en un lado, después la calcaba, hacía
las tintas, y quedaba aquella cosa, pero quiero decir, ahí sí había un método.
Ahora no, ahora tengo los plazos de entrega y si tengo que acabar una página en
el ordenador, dejo todos los fondos o parte de los fondos, o rellenar negros a
mi hijo o… (risas)…o acabar las cosas en el ordenador, o en fin…ya veré…En fin,
ese tipo de historias. No tienes tiempo para
ser previsor.
¿Cargas el peso del entintado en la segunda fase o prefieres hacer
lápices bastante trabajados y definidos?
-No, hago los lápices bastante
sueltos, bastante ligeros. Hago más que nada layouts. Y luego sobre la tinta, pues ya acabo, defino, corrijo, y
después hay una tercera etapa que antes no existía que es que una vez escaneada
la página se puede hacer de todo en el ordenador: Puedes corregir, puedes
cambiar, puedes girar, puedes eliminar, añadir, etc, y entonces casi la página
puede cambiar de aspecto totalmente.
Hay una cosa que antes tenía que
hacer -sobre los lápices, sobre la página-, que es que si una viñeta no te
gustaba, tenías que hacerla aparte y tapar la otra. Aquí sin embargo puedes
modificar todo lo que quieras. Incluso si una cara te sale torcida, la puedes
estirar…en fin.
El ordenador te ha quitado un
montón de trabajo.
¿Alguna vez has dibujado prácticamente a tinta de manera directa?
-No, porque no puedo trabajar sin
tener…algunas precisiones. Prefiero tener el lápiz porque si no la cago
horriblemente, pero más de una vez lo he tenido que hacer por presión de tiempo
y bueno, no salió mal pero tampoco era la Capilla
Sixtina (risas).
¿Qué materiales sueles usar?
-Pues mira, aquí encima están: el
pincel, la plumilla, los rotring y un elemento nuevo que he descubierto que es
la pluma de bocetos de rotring, que es una maravilla. Con esto se pueden hacer
virguerías… Gomas, lápices… Ya apenas utilizo el blanco para corregir porque ya
lo hago en el ordenador, y la herramienta principal: lápices de todo tipo
-4H y H-, y poco más. Y tintas…una tinta nueva que
encontré en Madrid…
Los materiales de toda la vida.
No hay nada raro.
¿Cómo crees que ha cambiado con el paso de los años la percepción del
medio en la sociedad?
-Creo que ha pasado primero de ser
una cosa para niños exclusivamente o como leía en aquel libro que tenía en el
colegio: “que era para niños o para retrasados mentales”, a una cosa a la que
le han dado el todo adulto falso y algo clasista, y ahora ha pasado a ser un
gueto, un gueto en el que la gente que va a las librerías especializadas es la
única que tiene acceso a esa parte de la cultura. Es algo así como una logia
masónica…Se toma en serio, pero nadie lo lee.
¿Y la propia industria a lo
largo de tu experiencia profesional?
-La industria española creo que
no ha cambiado mucho. Ahora se ha diversificado un poquito pero los canales de
distribución son otros. Hemos pasado de dominar el kiosko (…) a limitarse a las
librerías especializadas. Se ha limitado el mercado bastante.
Durante una larga etapa has colaborado con Carlos Pacheco embelleciendo
sus lápices. ¿Cómo empezó vuestra relación personal y profesional?
- Aparte de que yo había estado
escuchando hablar de Carlos -que empezó en Inglaterra con la Marvel UK-, nuestra relación
empezó pues sencillamente porque hice lo de Triada
Vértice. Rafa Marín vio mi
trabajo previo de Forum de Aníbal Gris y Jaque Mate, y creía que podía hacer un buen trabajo en Triada. A partir de ahí Carlos y yo tomamos
nuestros primeros contactos, le enseñé las páginas que tenía, me iba dando
algún que otro consejo que yo prácticamente olvidaba a los cinco segundos
(risas)…Siempre me pasa eso…así que una vez que le enviaron tarde el guión y
tuvo que trabajar con las fechas de entrega encima me llamó para que le ayudara
a acabar unas páginas y ya a partir de ahí empezó la posibilidad. Comentamos la
posibilidad de trabajar juntos con las tintas, porque había visto las tintas de
Triada Vértice, y bueno, pues le
había gustado alguna cosilla. Me dio unas cuantas páginas que envió a Marvel. Yo antes había enviado unas
pocas cosas sobre todo a Marvel a
través de Carlos pero no había tenido ningún éxito, hasta que Carlos dijo que
quería trabajar conmigo en Avengers
Forever como entintador. Le pusieron unas pocas pegas al principio, pero él
insistió y acabamos trabajando juntos.
(Finalizará mañana)
Fotos: Lorenna Fort.
Original de Carlos Pacheco y Jesús Merino.