Si con una palabra se puede resumir la sensación de esta tercera parte, esta es sin duda decepción.
Decepción porque todo lo que resultó brillante, vibrante y espectacular en la genial segunda parte aquí suena soso, sin fuerza y sin interés; sobra metraje y no se llega a captar la esencia del personaje en ningún momento... Dos horas y cuarenta y cuatro minutos que podrían haber dado para mucho tan sólo dan pequeños brillos en la parte final.
La leyenda del personaje no se muestra en ningún momento (parece que salvo a algún niño y a la policía, al resto de la ciudad le trae al fresco que Batman vuelva), y para nada se aprovecha la enorme capacidad expresiva que Frank Miller consiguió con su obra maestra en cómic con la herramienta de los noticiarios para contar el sentir de Gotham al respecto con la ausencia de Batman durante ocho años y su repentina vuelta, teniendo en cuenta que se le hace responsable de la muerte del fiscal Dent.
La grandeza de una vuelta basada en esta historia se queda en minucia cuando mezclas sagas como La Caída del Murciélago y Tierra de Nadie (dos sagas no demasiado representativas del personaje, y sin duda no las mejores), y ese mito que se supone tiene que ser Batman no se ve por ninguna parte en pantalla. Pon a Bruce Willis por ejemplo sustituyendo al personaje y el resultado apenas sufrirá cambios...
Demasiado metraje para contar demasiado poco...Los personajes secundarios hacen lo que pueden con un guión sin sorpresas, salvo en el caso de Joseph Gordon-Levitt, estupendo en su trabajo como agente, que apunta y desarrolla todo lo que puede dar de sí hasta el mismo final (lo más prometedor) de la película.
Nos quedaremos con El caballero Oscuro...