Gracias a un buen montón de ilusión,trabajo, esfuerzo y ganas por parte de la maravillosa gente de la organización pudimos disfrutar de una nueva edición del Salón del Cómic de Madrid.
Porque no nos engañemos...Pudimos habernos quedado sin Salón como consecuencia del cambio de sede derivado de los tristes y lamentables hechos del Madrid Arena.
Por supuesto que hubieron cosas y detalles que no salieron bien a la primera...Cosas que habrían debido salir mejor...Eso no es óbice para resaltar que los integrantes de la organización hicieron todo lo posible porque todo saliese bien, estuvieron a la altura y siempre se preocuparon porque lo que no iba bien se arreglase.
Es lo que tiene tener que montar un Salón de Cómic en una semana...
Al margen de estas cuestiones y de aquellas ajenas a la organización (como los controles de seguridad que limitaron el acceso al pabellón principal del Matadero a la gente que ya había comprado su entrada a la espera de que una cantidad igual de personas saliese antes o que el propio Matadero es un lugar precioso para eventos pero se queda pequeño si sólo se usa una de las naves como fue el caso), el salón mantuvo todas las actividades habituales: charlas,exposiciones, sesiones de firmas, una gran cantidad de tiendas (bastantes con ofertillas y material antiguo),cosplay...este año se agregó la posibilidad de tener charlas con los autores en pequeños grupos de como mucho 15 personas, lo que me parece una gran idea para acercarse a esos autores que tanto nos gustan a todos.
El cartel no brilló tal vez como en otras ocasiones, pero sin duda ofertó mucho y muy variado y para todos los gustos:
Un clásico de siempre, como Herb Trimpe,que acompañado por su simpatiquísima mujer se entregó por completo y pese a venir sin dormir dibujó dos sesiones en un día y regaló su alegría y dibujos a todos los que se lo pudiesen (fuera del horario de firmas).
Manuel Sanjulián, uno de nuestros mejores artistas y pintores de siempre, paseó su sencillez y su arte de nuevo por Madrid. Siempre es un placer charlar con él unos instantes,y verle dibujar es maravilloso.
Los españoles Padilla y Larraz animaron y regalaron también buen rollo y dibujos geniales a todos los fans,y no se quedó corto el amigo David López...Cada vez me gusta más lo que hace...Sencillamente genial.
En Norma estuvieron muy ocupados: Las colas para las firmas de Victoria Francés y los Royo (con Kenny Ruiz) fureron kilométricas...
Bleda y Azpiri (habituales) no faltaron a la cita y demostraron que están en plena forma.
El amigo José Villarrubia (colorista de profesión) firmó,charló y explicó detalles de su trabajo e incluso dibujó (y muy bien debo decir) sketches a los fans (una familia de 4 miembros se llevó 4 en total).
Teresa Valero y Montse Martín se llevaron parte de los premios del salón, así como Dani Sampere. Todos se lo curraron de lo lindo...
Templesmith fue otro de los ganchos extranjeros.Realizó dibujos sencillos y rápidos, pero bastante majos por lo que vi.
Michael Broussard, un dibujante americano del estudio de Silvestri, demostró su habilidad con los lápices (sus originales eran realmente espectaculares).
Y la "polémica" una vez más la protagonizó Bisley. Seguramente parte sea sólo espectáculo y diversión, peroen laotra parte demuestra lo poco que le interesan este tipo de eventos cuando en las sesiones de firmas molesta al autor de al lado,intenta escaquearse de la sesión a medias o intenta irse un día antes del Salón...
Dibujó lo habitual (churritos rápidos), salvo el domingo, en que sólo firmóy sorpresivamente hizo una commission (y me alegro especialmente por el amigo que lo consiguió, un verdadero fan del autor).
Como siempre hubo originales a la venta, partidas de juegos de mesa y fantasía...
Y siempre, las preciosas chicas de Carlos Díez.
No estuvo nada mal pese a las dificultades...¡Larga vida a Expocómic!