Una historia hasta el momento apasionante y que avanza a pequeños pasos, enganchando en la trama de un futuro no muy lejano en el que Daredevil ha cruzado el Rubicón en su lucha contra el crimen.
Ben Urich intentará juntar las piezas del puzzle que no encajan, contactando con numerosos personajes ya conocidos de la serie.
El gran tratamiento de los mismos junto a la búsqueda de noticias y eventos desconocidos por ser aún desentrañados (el espectador asiste de la mano del famoso periodista en el mismo camino) es el gran fuerte y enganche. Bendis y Mack realizan un gran trabajo en este aspecto.
En lo gráfico, Klaus Janson pone todo su buen hacer (y es mucho) en la narrativa, poniendo sus habilidades al servicio de la historia, y Bill Sienkiewicz agrega su particularísimo estilo a los acabados (de tanto en tanto se salpica alguna página de sus pinturas, más alguna más de David Mack).
Las portadas corren a cargo de Alex Maleev, otro de los talentos actuales (las variantes corren a cargo de Mack o Keown).
Lo dicho: hasta ahora un trabajo impecable en las cuatro primeras entregas
(faltan otras cuatro) y más que interesante...