McCloud, conocido por sus obras teóricas sobre el cómic y sus posibilidades como medio (amén de por otras obras como su maravillosa El Escultor), creó en los años 80 otra de sus conocidas obras, Zot, que en su momento fue publicado en nuestro país pero del que hasta ahora no había prestado atención.
Aprovechando el tomo que contiene toda la obra (salvo los números anteriores a color, pero sin que haya problema en entrar en la historia a pesar de que no estén incluidos), y con apuntes del propio McCloud en cada finalización de capítulo (con reflexiones sobre lo que pensaba en el momento en que trabajó en él, o sobre las decisiones que tomó, etc...), Zot consigue que el interés en la lectura vaya in crescendo. Todo comienza centrándose en la temática superheroica, amén de con ciertos tonos de ciencia ficción, o con influencias del cómic independiente, para poco a poco ir centrándose en los maravillosos protagonistas y sus vidas, un grupo de jóvenes completamente diferenciados en sus individualidades y cuitas vitales pero genialmente unidos entre sí. Sus relaciones, sueños, dificultades y dudas vitales son confrontados en la imagen vital del otro y en sus propias almas.
Sin duda los primeros capítulos son interesantes, pero aquellos que se centran en el grupo de amigos son los mejores por las dinámicas que se crean y los temas tratados: el acoso escolar, la individualización, el deseo de encontrar la felicidad, el divorcio, el amor, la amistad...
Gráficamente McCloud ya tenía los mimbres entonces de su estilo. Aun así, en la serie fue evolucionando, con algunos capítulos en los que los fondos realmente destacan por su complejidad.
Zot es un superhéroe. También es un adolescente. Y vive en un universo paralelo muy similar a nuestra Tierra, pero mucho más luminoso. Todo es hermoso en esa Tierra. El contraste con la nuestra juega en los argumentos con los deseos de los protagonistas.
Una obra para leer y disfrutar en todos sus detalles.