Curiosas las vueltas que dan los universos superheroicos. Porque los que ya llevamos tiempo leyéndolos sabemos que hay ciclos buenos y malos, unos en los que se enfoca todo de manera más infantil, o clásica, o rompedora u oscura...hay que vender y variar algo para que todo quede igual...
En este caso DC cómics ha optado por reinterpretar su universo en torno a unos personajes y a una historia fundamental, Watchmen, pero que siempre había sido algo aparte, por mucha que haya sido su influencia a lo largo de las últimas décadas.
Algo cambió con los Before Watchmen, que nos trajo unas cuantas historias malas (Rorschach y El Comediante), otras legibles y bien planteadas (Búho Ncturno, Dr. Manhattan), otras curiosas (Silk Spectre) y una estupenda, Minutemen, por Darwyn Cooke. Pero todo ello no era más que dar vueltas sobre lo anterior. Ahora se trata de modificar las bases del Universo DC en torno a Watchmen.
Si no hubiesen sido los elegidos para narrar el evento Geoff Johns y Gary Frank no me hubiese acercado a él. Ambos son profesionales sobresalientes y solventes y ese ha sido el motivo de dar una oportunidad a su lectura.
Y su primera entrega nos deja, sin soltar spoilers, una introducción a lo que podría haber sido la continuación de la serie original, con ambos autores adaptando el estilo de Moore y Gibbons a la perfección, tanto en el estilo de los personajes al hablar como en la narrativa y estilo gráfico (Impresionantes Frank y Brad Anderson con los tonos de color).
¿Cómo enlazará todo esto con el Universo DC? Pues habrá que leer el resto...