Para despedir el año, una lectura que me está absorbiendo como no podía imaginar.
Cuando se creó Image ahí estuve yo, comprando casi todo lo que salía (salvo lo de Liefeld, ahí piqué y poco más). Seguía especialmente a Silvestri y a Lee, y también leí parte del inicio de este Savage Dragon. La verdad es que era diferente y era mucho más accesible que todos aquellos otros comics bastante infumables, pero no continué.
Ahora, tras haber leído dos o tres grapas de las actuales que la verdad no estaban nada mal, y tras encontrar una oferta con este primer volumen, lo he cogido con ganas y lo he fundido en nada, pidiendo ya los volúmenes dos y tres.
Dragon es una serie basada en hacerte pasar un buen rato. Sabe mantener el interés sin perder el ritmo, ofrece aventuras, acción y buenas caracterizaciones, tanto de principales como de secundarios. Y no para. Es un subirse al tren y no querer bajar.
No hay nada rompedor ni nada fundamental, pero tiene la esencia de los cómics clásicos que lo iniciaron todo: diversión a raudales y personajes interesantes. Y muchas granas de leer más.
Y en eso estoy...