La mejor crítica que se puede hacer de esta maravillosa, luminosa, surrealista y sorprendente lectura viene en el primer tomo, en los comentarios del guionista, Gerard Way.
En ellos dice que no suele leer reseñas, ya que pueden no solo hacerte caer en la parte negativa de ellas, sino también porque pueden ser un medio para buscar la validación de lo que se hace, y por tanto pueden influir en un cambio de rumbo de lo que se tenía pensado al inicio realizar.
A pesar de ello, lógicamente siempre llegan las noticias, o ciertos aspectos de las críticas, y su favorita fue esta de un tal Patrick:
"No puedo reseñar este cómic de una forma coherente porque no es algo que pueda reseñarse.
Es un cómic que hay que experimentar".
Y continúa el guionista diciendo: "Y esa era la clase de cómic que intentábamos hacer, sin saberlo del todo en ese momento. Queríamos conjurar sentimientos y preguntas, humores y momentos. Queríamos que te sintieras como si fueran las tres de la mañana y no supieras lo que pasa...¿o quizás sí lo sabes?"
Así que podría deciros que el dibujo de Nick Derington es hermoso, e imaginativo, fluido y preciso, y que el color de Tamra Bonvillain es otra maravilla, perfecto para Derington, armonía pura y arte narrativo en sí mismo, y podría deciros que el guión de Way es perfectamente entendible aunque seguramente mentiría un poco, pero no del todo, y sobre todo, sobre todo, os diría: LEEDLO.