Pues ya se estrenó la nueva entrega del Universo Marvel de la gran pantalla, este capítulo previo a la finalización de la Infinity War de Los Vengadores.
Alejado de la polémica que parece que se armó respeto a ella (que ni me interesa, y de la que apenas he leído un par de líneas), ni es la mejor de las adaptaciones de Marvel, ni es ni mucho menos la peor de ellas, quedando en un entretenimiento bastante correcto que enlaza con los acontecimientos pasados y con los que han de venir.
Con homenaje inicial a Stan Lee merecido al inicio, al finalizar la proyección hubo aplausos en su estreno (por cierto, uno no pudo no emocionarse con la escena de cameo de Stan).
Como película inicial de saga es mejor que bastantes otras (Capitán América o Thor, que a pesar de ser muy ajustadas a su esencia, no eran ni muy dinámicas ni tuvieron mucho impacto con respecto a sus continuaciones), y mejor también que Iron Man 2, o que bodrios como Elektra o Daredevil (y no digamos ya las primeras películas de El Castigador).
Hay que tener en cuenta también que es una película cuyo personaje principal no es una de las figuras principales de Marvel (Spiderman, Thor, X Men, Iron Man, Capitán América), y que no es una de las películas potentes de Los Vengadores, por lo que la enclavaría en esas películas secundarias de las que uno no esperaba mucho a priori, de disfrute más bien incierto y de las que uno no sabía qué esperar, como El Hombre Hormiga o Los Guardianes de la Galaxia, todas ellas por cierto, más que interesantes, sorprendentes e imaginativas.
Capitana Marvel va un poco en esa línea para ofrecer una cinta entretenida con la que pasarlo bien, reírte bastante y salir del cine satisfecho, habiendo visto otro capítulo del espectáculo marca Marvel.
Que luego ya pienses que algún personaje actúa fuera de sí mismo o que no te gusten detalles determinados va en gustos. Están muy bien las referencias noventeras, los efectos y la adaptación en general, aunque sí es verdad que le falta carisma al personaje. Muy posiblemente se habría podido hacer casi la misma película cambiando de protagonista.