Otra obra maravillosa (y van...) del autor francés, en la que nos engancha con una nueva historia de descubrimiento y crecimiento vital, centrándose en un adolescente que junto a su familia, pasará unos días de verano en compañía de una amiga de la familia y su joven hija, ligeramente mayor a él.
Un verano de descubrimiento del amor, del sexo, de un mundo completamente nuevo para su experiencia vital hasta ahora, con pandillas de gente mayor, que beben y fuman, un verano en el que las reglas habituales parisinas de la vida diaria se relajan, en el que el dulce sorbo de la libertad en compañía marcará la vida futura del protagonista.
Vivès narra con huna habilidad enorme, tanto a nivel gráfico como de guión, conjugando ambas cuestiones de maravilla, al servicio siempre de la historia, y crea unos personajes repletos de vida, cuya interacción es el motor de todo.
Antoine y Hélène, siempre en el imaginario fundamental de las grandes historias.
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