Jim Starlin fue el verdadero impulsor de las historias cósmicas en
Marvel Comics por muchos años, mucho antes de que
Abnett y
Lanning retomaran con pulso y fuerza los conflictos estelares más recientemente.
Acabo de releer la segunda saga del Infinito, la que continuó a la recordada
El Guantelete del Infinito, donde
Thanos conseguía (y perdía) la supremacía Universal a través de las Gemas del inifinito, que le otorgaban el poder absoluto sobre Tiempo, Espacio, Alma, Poder, Mente y Realidad.
Ya con el tiempo transcurrido y la perspectiva (y tantos años de lectura) la impresión cambia lo suficiente como para ver claramente las lagunas más que los puntos positivos. La presencia de
George Pérez en la primera Saga (la mejor) aumentó mucho los enteros de la historia, si bien el propio
Ron Lim (que dibuja esta segunda saga por completo) colaboró acertadamente en la finalización de la primera.
Con un trabajo gráfico más flojo y un Starlin que mezcla temas trascendentes con payasadas (
Speedball siempre anda perdido sin enterarse de nada; O mientras los más poderosos de los héroes trazan planes para salvar al universo alguno de ellos anda llamando para un encargo de pizzas por teléfono...), el guión se muestra más simple y esquemático. Eso no impide que en su momento sobre todo, uno no lo disfrutase y pasase una lectura entretenida. Seguramente lo más interesante sea la evolución y tratamiento de Thanos, un personaje recurrente y con gran potencial. Ahora tal vez queda lejos de su primera parte en cuanto a carisma y encanto. No así parece ocurrir con la serie de
Warlock y la Guardia del Infinito, que el propio Starlin comenzó tras acabar la primera saga cósmica, y que comentaré en breve.
Una curiosidad: Recién ocurrida
Secret Invasión...Alguien en Marvel seguramente revisitó esta segunda saga para inspirar al evento-Skrull...