Una vez más (y van cuatro) pude acudir a ese sueño hecho realidad que son las
Jornadas del comic de Avilés para todo amante de la lectura y del comic en estado puro.
Ya sabéis tras XVI ediciones lo que se ofrece en ese paraje encantador de territorio asturiano: Una acogida fabulosa, una organización volcada con autores y fans, una ciudad que espera con los brazos abiertos cada año, comida generosa y estupenda, terrazas donde comentar, charlar y preguntar, exposiciones, charlas, dibujos y firmas...y la posibilidad inolvidable de charlar de tú a tú con tanto y tan buen artista y guionista de comic, tanto español como extranjero.
Si bien a primera vista bien pudiera parecer que faltaba un invitado de mayor peso, estas XVI Jornadas han demostrado que pese a los recortes presupuestarios, Avilés sigue siendo el buque insignia de las Jornadas en nuestro país, aportando a los asistentes mucho más de lo que en otros eventos similares (y los hay y muy buenos en España) se puede encontrar.
Y este año coincidieron un buen montón de invitados (y de autoinvitados) que hicieron que el espíritu y el ambiente vivido allí fuese más especial que nunca para mí:
Tony Harris -con el que tuve el placer de encontrarme unos años atrás en Barcelona-, ganó el premio
George Pérez al autor más enrrollado, con unas jornadas m
aratonianas de más de 12 horas de dibujo casi ininterrumpido para los fans, charlando y bromeando con todos durante horas y horas y pasándoselo en grande. Además no faltó al ambiente distendido de la carpa.
Jason Aaron, uno de los guionistas de más talento del panorama actual, ganó el premio al invitado más fiestero en dura competencia con algún otro, y tuve el placer de charlar amigablemente con él durante un buen rato (La visita guiada junto a Guéra en la exposición del
CMAE de la obra de este último fue un verdadero gustazo, reuniendo a los creadores de la serie
Scalped, una de las más vibrantes y mejor edificadas en torno a los personajes de los últimos años). Aaron me comentó que sería la segunda vez que viese a Guéra, y la primera en que ambos charlasen públicamente. La primera vez se conocieron en New York y antes de encontrarse pensaba lo que podría salir de aquella ocasión. Si salía mal, podría haber significado el fin de Scalped (decía en tono desenfadado). Afortunadamente para todos no fue ese el caso.
Otro verdadero placer fue charlar con el mítico guionista
Steve Englehart, que se expresaba más que correctamente en español, puesto que vivió unos meses en Mallorca. Englehart comentaba con unos y otro
s cualquier pequeña duda que se le plantease sobre su trabajo. Hace años que no trabaja en comics (ahora lo hace escribiendo novelas). No le importaría volver al mundo del cómic, pero debería ser en unas condiciones similares a las que tuvo en su tiempo, cuando le dieron libertad absoluta con la única condición de que el título se vendiese bien.
R.M.Guéra...qué decir de un maestro como él...de una verdadera joya como persona...cercano, agradecido y humilde, Guéra es uno de los talentos indispensables del comic y de la ilustración. Es un verdadero lujo haber escuchado sus consejos sobre el trabajo y el dibujo, ver su exposición y charlar con él.
Brandon Peterson se mostró una persona tranquila, serena y entregada a sus fans. Dibujó montones y montones de personajes dotándoles de profundidad con sus sombras a lápiz tras abocetar sencillamente con lápiz y complementar con unos pocos trazos (siempre acertados) de tinta.
Rafael Albuquerque vino desde Brasil acompañado de su bonita esposa con sus mejores energías para firmar y dedicar sketches. Con pocos trazos y a velocidad increíble podía hacer un bonito sketch. Numerosos fueron los tomos de
American Vampire que se vendieron en los stands de la carpa para que los dedicase. Lástima que según el momento si estaba desganado el resultado no fuese el esperado.
Sandoval, Unzueta, March, Paco Díaz, Sergio Bleda, Joan Boix, Albert Monteys, Javier Olivares, Kenny Ruiz, Corominas, los italianos
Urru y
Mantovani,
Basaldua, Bukingham y
Erskine y muchos más autores contribuyeron al ambiente festivo y cercano.
Como siempre, el tiempo es limitado, y solo acudí a las exposiciones de Rafa Sandoval y Guéra.
La primera, en la Casa de Cultura, y la segunda en el CMAE, donde se entregó el habitual catálogo de la misma. Ambas geniales, mostrando lo que son capaces de hacer estos grandes autores.
El premio a la mejor acompañante fue a parar a la mujer de Aaron, el de mejor autoinvitado a
Melinda Gebbie...y este año se recuperó el premio superfriki negativo...El ganador se ganó a pulso su galardón, colándose en las sesiones de firmas, pidiendo dibujos alegando que se tenía que ir ya de vuelta a su tierra (se pasó allí todas las jornadas), dejando hojas a los autores y yéndose a otras colas para conseguir más dibujos y diciendole a la cara a un autor (mientras le regalaba un pedazo de dibujo que dijo quería que fuese bueno para colgarlo en el salón) que unas ilustraciones que había hecho ese mismo autor le parecían "
una mierda". Enfangado hasta las trancas...
La charla de
McCrea fue un desparrame, y la de Harris mostró tanto bromas como momentos íntimos y sencillamente hermosos.
En los próximos días profundizaremos un poquito en algunos de los detalles de las Jornadas
(por supuesto no faltarán numerosas fotografías y dibujos).