La saga guionizada por Matt (y por Gillen) en los títulos asgardianos suele contener todos los aciertos y errores típicos de la escritura del autor:
Juega con los elementos y personajes ya conocidos ofreciendo algo nuevo a lo ya visto pero manteniendo la esencia de la tradición.
¿Y dónde está el problema entonces?
Pues creo que ya le he encontrado la explicación, porque no es posible que incluso teniendo al gran Alan Davis a los lápices en la mayor parte de la saga, uno acabe la lectura y pese a los comienzos siempre interesantes termine decidiendo que es que le importa un pimiento lo que pasa porque parece que está todo orquestado y decidido de antemano, sin sorpresa alguna para el lector sobre lo que pasará a continuación. La magia se esfuma... Y tal vez la causa inicial pueda deberse a diversas situaciones, pero la consecuencia final es el resultado comentado porque no hay en definitiva una correcta caracterización de personajes. Sí, parecen y actúan como siempre, pero no son ellos...simplemente actúan. Es el espectáculo lo que se muestra, pero nunca su esencia, lo que les hace actuar y ser quienes son en definitiva...Son una sombra de lo que deberían ser porque Fraction no está interesado en contarnos el viaje interior de los personajes, su evolución y sus dudas, y sólo pretende entretener con luces y acción...
Y ya me he quedado a gusto...
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