Cada cierto tiempo uno revisita algo que le gustó en su momento y vuelve a ponerse a prueba (a uno mismo y a la manera en que de nuevo encara ese encuentro), con la esperanza de que una vez más todo encaje, con el miedo de que ya no esté a la altura o a que haya un desfase entre quiénes fuimos y lo que provocó esa respuesta en nosotros. Con esta obra, todo se mantiene intacto.
James Robinson y Teddy Kristiansen. Grendel. Una secta de asesinos. Nueva Orleans. Una leyenda. Un detective de poca monta. Una coleccionista de arte. Un pirado. Un jugador.
Y todo lo demás, se disfruta una y otra, y otra vez...
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