Por desgracia hoy no toca reseña positiva (bien que me gusta el trabajo de David Rubín, a pesar de esta obra). Sigo todos sus trabajos y me parece uno de los más talentosos dibujantes del mercado, combinando un estilo propio, dinámico, con una buena narrativa, un diseño serio e imaginativo, unas tintas portentosas y un impacto visual siempre acertado.
El tema es que aunque no me parece uno de sus trabajos más inspirados (¿quizás una cierta premura en la entrega de las páginas? ¿O falta de conexión con el guión?), Rubín realiza su trabajo con profesionalidad, y en realidad no dista demasiado gráficamente de su línea habitual.
El problema con la historia (por cierto, como suele ser habitual, editado en tapa dura estupendamente por Astiberri, con lo que se encarece el producto, en este caso muy innecesariamente) es que...no aporta nada. El guión de Curt Pires hace aguas por todas partes, resulta insulso, aburrido, le falta ritmo, gancho, no desarrolla los personajes, por lo que la implicación del lector para con ellos y con lo que les ocurre es nula, y en definitiva es un refrito sin ningún interés, de ideas que salpican todo tipo de historias ya escritas, filmadas o inventadas antes.
Así que lo que a priori podría haber sido otro rato de lectura placentera, se convierte en un pasar páginas a ver si la cosa mejora, y tras leer más de la mitad del libro uno empieza a pensar que no lo va a hacer, como así acaba ocurriendo. Así que lástima, otra vez será...
Los incorregibles (De cómo dejé de beber en Nueva York)
-
Tras editar en 2020 Barrios, bloques y basura, la editorial Errata Naturae
nos trae una nueva obra de la autora indie Julia Wertz. Los incorregibles
(De ...
Hace 16 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario