Predicador

Otra de las series imprescindibles a disfrutar por la magnífica caracterización de personajes y esos diálogos frescos, ingeniosos y cargados de mala leche marca de la casa de su creador -el guionista irlandés Garth Ennis- es Predicador, ilustrada por Steve Dillon.
A falta de los especiales, retomé el hilo de la serie principal a la que tenía injustificadamente parada sin leer y en apenas una semana la acabé entera, disfrutando enormemente de la creatividad y saber hacer de la pareja mencionada. Pocas veces se puede encontrar a unos personajes tan bien construidos y unas situaciones tan divertidas (por su desfase) que terminan trasformándose de tragedia en comedia de situación.
Hay mucho de violencia, bastante de blasfemia y tacos, sí. También hay un profundo amor por el medio y por contar historias inolvidables. La energía se palpa y se siente. Porque además de todo eso se habla de religión, del sueño americano, de las injusticias y de los sueños, de las segundas oportunidades, de la crueldad y del dolor. También hay sacrificio y caballeros andantes de brillante armadura (o más bien viejos vaqueros de corazón grande que se saben ya desplazados pero aun así siguen adelante). Pero sobre todo eso y englobándolo todo, ese trata de una historia de amor y de amistad. Un amor y una amistad tan grandes que merecen que le déis una oportunidad si no lo habéis hecho ya. ¿O el amor y la amistad no merecen la pena?