Magistral la nueva película de Woody Allen:
Desde su maravilloso inicio -hermoso homenaje a la ciudad en la que se desarrolla la historia-, hasta su último segundo, Allen nos regala la esencia de su mejor cine. Una mezcla inteligente de sensibilidad, humanismo, sentido del humor, pudor, magia e imaginación desbordada, aderezada por las dudas humanas por la existencia y el amor por la vida misma, con todas sus imperfecciones y sueños imposibles.
En esta ocasión Allen se limita a la dirección, dejando la interpretación de su característico personaje en el estupendo Owen Wilson, que se muestra perfecto en el papel, mostrando esa parte de Allen al mismo tiempo que aporta su propia esencia interpretativa, con mayores registros que los de Allen.
Un viaje al pasado, una hermosa mirada a lo que nos hace estar vivos y que nos invita a apreciar lo que tenemos, más allá de falsas imágenes pasadas de supuestos tiempos mejores.
Estupendas interpretaciones (genial ese Adrien Brody interpretando a Dalí), un gran guión y magia en la dirección.
Una película a paladear si esposible en buena compañía. Y si no la hay no importa: Valora lo que tienes, amigo...
Desde su maravilloso inicio -hermoso homenaje a la ciudad en la que se desarrolla la historia-, hasta su último segundo, Allen nos regala la esencia de su mejor cine. Una mezcla inteligente de sensibilidad, humanismo, sentido del humor, pudor, magia e imaginación desbordada, aderezada por las dudas humanas por la existencia y el amor por la vida misma, con todas sus imperfecciones y sueños imposibles.
En esta ocasión Allen se limita a la dirección, dejando la interpretación de su característico personaje en el estupendo Owen Wilson, que se muestra perfecto en el papel, mostrando esa parte de Allen al mismo tiempo que aporta su propia esencia interpretativa, con mayores registros que los de Allen.
Un viaje al pasado, una hermosa mirada a lo que nos hace estar vivos y que nos invita a apreciar lo que tenemos, más allá de falsas imágenes pasadas de supuestos tiempos mejores.
Estupendas interpretaciones (genial ese Adrien Brody interpretando a Dalí), un gran guión y magia en la dirección.
Una película a paladear si esposible en buena compañía. Y si no la hay no importa: Valora lo que tienes, amigo...
2 comentarios:
Tranquiliza saber que a Woody no se le ha olvidado hacer buen cine.
Buen retrato ;)
Un beso
Sí, porque de las últimas no me convencieron demasiadas...¡hasta esta maravilla!
¡Mil gracias, Carmen!
Besín
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