No es un cuento al uso con moraleja feliz para los más pequeños, pese a que el estilo de Jose Luis Munuera en la parte artística pueda dar esa idea preconcebida al hojear el libro.
Más bien se trata de una historia a medio camino entre la realidad más triste y miserable y la ensoñación mágica e infantil:
Un mundo rural en el que el caciquismo medieval aún impera, unos amigos de la infancia, el influjo de la luna y algo de eventos con un toque de magia blanca son los elementos que Enrique Bonet dispone para que Jose Luis se luzca con sus magníficas planchas a gris (con algún toque de color), recreando magníficamente ese mundo rural y manejando como pocos la expresividad de los personajes.
Un trabajo notable que no deberíais perderos.
Más bien se trata de una historia a medio camino entre la realidad más triste y miserable y la ensoñación mágica e infantil:
Un mundo rural en el que el caciquismo medieval aún impera, unos amigos de la infancia, el influjo de la luna y algo de eventos con un toque de magia blanca son los elementos que Enrique Bonet dispone para que Jose Luis se luzca con sus magníficas planchas a gris (con algún toque de color), recreando magníficamente ese mundo rural y manejando como pocos la expresividad de los personajes.
Un trabajo notable que no deberíais perderos.
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