Bertolucci nos ofrece un nuevo e interesante film que no obstante no profundiza en demasía y se queda más bien estructurando las líneas maestras de lo que podría ser una obra de teatro clásica con dos personajes en una habitación hablando de sus vidas e influyéndose mutuamente.
A pesar de esa falta de profundización (o quizás por ello), la película resulta fresca, interesate en su ligereza, y consigue otorgar un pequeño ambiente mágico al encuentro entre dos hermanastros que apenas se conocen y que establecerán una relación durante unos días aislados del mundo que (¿quizás?) cambie su propia manera de manejarse por la vida.
Los dos protagonistas realizan un buen trabajo (el chico adolescente, aislado del mundo que le rodea y centrado en su propio yo interior; la joven artista, inteligente y resuelta pero con problemas de drogas), y en definitiva, Tú y yo desemboca en un interesante ejercicio que apunta maneras a la par que entretiene.
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