Vaya por delante que no soy fan de la serie ni he visto nada previo a la película que nos ocupa. Eso quizás me de una perspectiva bastante diferente del amante y espectador habitual de los personajes y de la serie de TV.
Con esto dicho, Veronica Mars (que se adaptó gracias a las aportaciones de los seguidores de la saga en un crowfunding masivo) se estrenó en cines con numerosos guiños a todos aquellos que aportaron su esfuerzo monetario para conseguir la meta del rodaje. Aparecen todos los personajes de la
serie, y los pequeños detalles hicieron las delicias del público.
Claro, para los no iniciados todo esto no supone nada especial, y si acaso es una desventaja, al darse cuenta de que uno se está perdiendo algo que no llega a captar y el resto de la sala sí.
En cuanto a la película en sí, el enfoque es el de un capítulo extra largo de la serie regular. El inicio resume toda la historia anterior en breves minutos, y el guión desarrolla otra aventura que ha de resolver Verónica, en este caso centrándose especialmente en su entorno familiar y de amistades y afectándola muy intensamente. Es entretenida, aunque no funiona como un film convencional.
Mi especial agradecimiento de nuevo al productor Fran Villalba por su invitación.