La pareja por excelencia del género negro en el cómic en estos últimos años (Brubaker-Phillips) se reunió para esta historia en la que -previamente a toda su famosa etapa posterior-, jugaron también con el género sin apenas contar con la figura del protagonista del título en la historia.
Más bien es el elenco de secundarios el que soporta la narración, con un Gordon fuera del cuerpo,
-acorralado por los fracasos del pasado y el alcohol-, como figura principal.
Las mafias, la sensación de desgaste, de pérdida y de fracaso, los asesinatos y los trapicheos, conforman el tapiz de una ciudad corrupta en la que Batman es poco más que una leyenda para la mayoría.
El final tal vez no sea tan redondo en su ejecución, pero desde luego el principio tiene fuerza y no deja de ser un trabajo pretérito bastante interesante.
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