Farenheit 451: Otra estupenda novela de Bradbury

Un mundo en el que la diversión y el entretenimiento son el cúlmen a lo que debe aspirar la Humanidad. Un mundo dominado por la TV, lo banal, inocuo y absurdo. Un mundo en el que es preferible eliminar la cultura porque alguien podría sentirse inferior u ofendido al intentar comprender algo que está por encima de su capacidad. Un mundo en el que se persigue a aquél que atesora libros, hasta el punto de organizar brigadas de "bomberos" que se encargan de quemarlos para eliminar a los subversivos que intentan pensar por sí mismos, eliminar al enemigo que intenta de esa forma derribar los pilares de la sociedad moderna.

Una sociedad atenazada por el miedo y la inseguridad, esclavizada por el conformismo, las drogas y la velocidad...

Ray Bradbury escribió la primera versión del texto en 1953.

Desde entonces mucho de lo que escribió se ha cumplido.

Su capacidad para vislumbrar el futuro (ahora presente) le va a la zaga con su habilidad para defender valerosa e inteligentemente unas ideas que merecen la pena de ser defendidas y esgrimidas.

Un texto imprescindible para todo aquél amante de un buen libro, de un momento de silencio y de una reflexión de la propia existencia y de la vida.

En el posfacio de 1993, Ray nos habla de sí mismo en una frase que dice mucho de su amor por la lectura:

"De modo que era inevitable que acabara oyendo o leyendo sobre los tres incendios de la Biblioteca de Alejandría; dos accidentales y el otro intencionado. Tenía nueve años cuando me enteré y me eché a llorar".

La edición española de Minotauro va a compañada de dos relatos cortos también estupendos: El parque de Juegos y Y la Roca gritó.