miércoles, 10 de marzo de 2010

El Cazador, de Richard Stark y Darwyn Cooke


La absorbente e inquietante adaptación al comic por Darwyn Cooke de la novela de Stark ya está disponible en castellano en una cuidada edición de Astiberri.
No he tenido el placer de leer las novelas originales del autor -algo que espero arreglar en el futuro próximo-, aunque sí he podido visionar alguna de las adaptaciones al cine.
Cooke hace un enorme trabajo acertando al trasladar la atmósfera, los personajes, los diálogos...Todo ello sin provocar problemas en el ritmo o la fluidez al acercarse al nuevo medio. El virtuosismo de Cooke con la narrativa y el excelente blanco y negro al que añade un verde azulado como perfecto acompañante de color a la historia nos arrastran en la narración desde la primera página.
¿Y sabéis qué es lo mejor?
Que esto sólo es el principio...

4 comentarios:

Carlos dijo...

A punto estoy de empezar a leerlo, sólo por los dibujos tiene buena pinta y si es de novela negra, mucho mejor.

The Korinthian dijo...

Carlos, pues me lo leí volando, y disfrutando cada página.

Nemo dijo...

The Hunter ha sido llevada dos veces a la gran pantalla y eso es algo que se nota en esta adaptación que ha hecho Darwyn Cooke. Se nota y demasiado. El Cazador compone una novela gráfica muy recomendable, un gran comic que carga con algunas rémoras que le impiden ser un trabajo redondo. No es que el relato sea malo, en absoluto, es interesante y, por momentos, cautivador. Ni tampoco es que al trabajo de Cooke le falte calidad, al contrario. El dibujante se arriesga explorando nuevos territorios, alejándose del estilo pulcro al que nos tiene acostumbrados para mostrar una faceta más dura, sucia y oscura. Cooke aprovecha con gran efectividad el bitono para crear un logrado contraste de ambiente entre luces y sombras. No, no radica ahí la pega de El Cazador. Pero hay algo que falla, y es la forma en que el autor cuenta la historia.

Darwyn Cooke ha optado por una técnica en exceso cinematográfica, en la que en demasiadas ocasiones se le nota cómo quiere mover los encuadres como si estuviera manejando una cámara, utilizando el traveling, el zoom, la perspectiva, renunciando en muchas ocasiones al lenguaje del comic para parecer un remedo de storyboard. Un empeño que imprime a El Cazador un ritmo demasiado machacón, una narratividad que lo da todo demasiado mascado. El intento de lograr sensación de dinamismo consigue justamente lo contrario, un discurso poco fluido y en exceso denso. En otras ocasiones el dibujante experimenta con el tamaño y la disposición de las viñetas para entrar directamente en el campo de la ilustración. Pero la profusión de texto hace que a veces llegue a dar la impresión de que Cooke está poniendo imagen a páginas salidas directamente de la pluma de Westlake. Un problema de difícil solución pues muchas veces todo este discurso se hace imprescindible para comprender y hacer avanzar la acción. Sólo hacia el final parece que el dibujante vaya cogiendo el tono, aunque la insistencia en los largos fragmentos literarios llega a hacerse repetitiva.

En otras ocasiones Cooke experimenta con el tamaño y la disposición de las viñetas para entrar directamente en el campo de la ilustración. Pero la profusión de texto hace que a veces llegue a dar la impresión de que está poniendo imagen a páginas salidas directamente de la pluma de Westlake. Un problema de difícil solución pues muchas veces todo este discurso se hace imprescindible para comprender y hacer avanzar la acción. Sólo hacia el final parece que el dibujante va cogiendo el tono, aunque olvida las elipsis para insistir en largos fragmentos literarios llegan a hacerse repetitivos. El dibujo es inmejorable y la historia que pone en imágenes es excelente. Desgraciadamente Darwyn Cooke no acierta a contarla. A pesar de que The Hunter es un comic muy estimable, resulta envarado.

The Korinthian dijo...

Me mola..