Es el título de la saga en la que Matt Murdock se hace con el control de la organización de ninjas asesinos de La Mano. En ella, Andy Diggle -con la ayuda en los tres últimos capítulos de Antony Johnston) toma las riendas de la colección de Daredevil y Roberto de la Torre -ayudado por Marco Checchetto-, se encarga de la parte gráfica.
No es malo el relevo en la serie. Diggle sabe aportar ese paso extra en la historia del abogado ciego con aciertos argumentales, aumentando el scope de la serie, que llega a un punto donde no se había encontrado el personaje, con una organización criminal a su servicio. Algún detalle menor chirría (no lo contaré aquí) por previsible y extraño de explicar, pero en líneas generales continúa aportando interés y buenas historias al personaje.
Roberto realiza otro estupendo trabajo. Quizás esté aún buscando su propia manera de hacer las cosas -o las influencias editoriales o inconscientes le hayan hecho acercarse a la manera de trabajar de los anteriores artistas de la serie, como Michel Lark, Maleev o Quesada- pero no cabe duda de su talento. Su trabajo actual es interesante y lo que haya de venir también lo será.
Checchetto no desentona y se une a la fiesta.
Por cierto, estupendas las portadas de Ribic (en su estilo realista y en sus homenajes de los últimos números, cambiando completamente de estilo gráfico).
La lástima del paso a publicación en tomo de la serie regular es que ahora tendremos que esperar más para las nuevas entregas.
No es malo el relevo en la serie. Diggle sabe aportar ese paso extra en la historia del abogado ciego con aciertos argumentales, aumentando el scope de la serie, que llega a un punto donde no se había encontrado el personaje, con una organización criminal a su servicio. Algún detalle menor chirría (no lo contaré aquí) por previsible y extraño de explicar, pero en líneas generales continúa aportando interés y buenas historias al personaje.
Roberto realiza otro estupendo trabajo. Quizás esté aún buscando su propia manera de hacer las cosas -o las influencias editoriales o inconscientes le hayan hecho acercarse a la manera de trabajar de los anteriores artistas de la serie, como Michel Lark, Maleev o Quesada- pero no cabe duda de su talento. Su trabajo actual es interesante y lo que haya de venir también lo será.
Checchetto no desentona y se une a la fiesta.
Por cierto, estupendas las portadas de Ribic (en su estilo realista y en sus homenajes de los últimos números, cambiando completamente de estilo gráfico).
La lástima del paso a publicación en tomo de la serie regular es que ahora tendremos que esperar más para las nuevas entregas.
5 comentarios:
Buenas!
Acabo de leer hace poco el tomo y mas o menos opino como tu. Me ha gustado mucho el planteamiento que hace, pero tengo miedo de hacia donde vayan a tirar al personaje, puesto que esta yendo por unos senderos peligrosos.
En cuanto al dibujo, no se si te pasa lo mismo, pero me ha defraudado un poco el acabo, viendo paginas como la que has colgado, me da ganas de ver mas trabajo de DeLatorre sin entintar ni colorear.
En fin, tengo ganas de ver como continua.
Un saludo
Bueno, no creo que vayan a romper el hilo, pero lo interesante es que lo tensen para crear una historia interesante.
Del dibujo, aparte de la colaboración con otro dibujante, creo que eso, que Roberto, siendo un gran artista, aún está buscando su camino. Aparte que no todo puede ni deben ser splashes espectaculares..Y eso bien lo sabe Roberto.
Veremos lo que nos traen a partir de ahora!
Un saludo!
Me alegro de que te haya gustado. A mi me ha gustado mucho. Pero me jode el cambio de formato. Sobre todo cuando llevabamos diez años viendo como las aventuras de DD se publicaban en grapa.
Soy tiquismiquis lo se.
Lo que hablábamos en tu blog, creo, hace poco, con los cambios de formato...bueno, un cambio que me hizo creer que en realidad no era la serie regular, de forma que...¡ni me acerqué al tomo!
Si no es por vosotros ni me entero de que seguía publicándose...
Para eso estamos bro!
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